SOCIEDAD
› GRAVE DENUNCIA DE UN DETENIDO
Mafia carcelaria
Por H. C.
Un nuevo caso de amenazas contra el camarista de San Isidro Fernando Maroto y la defensora oficial María Dolores Gómez fue denunciado por un preso. La mecánica fue la misma que la utilizada en los casos ya conocidos, pero es anterior. Según el denunciante, un jefe de un sector de la Unidad de Campana le encomendó que amenazara o agrediera a los dos funcionarios judiciales a cambio de beneficios. “Si no cumplís la vas a pasar mal”, le advirtió. El preso se negó y poco después fue apuñalado por otro interno y, cuando intervinieron los guardias, balearon en las piernas a la víctima. El preso sobrevivió y fue trasladado al penal de San Nicolás, donde presentó la denuncia. El caso ocurrió a fines de octubre, pero el preso recién se animó a presentar la denuncia el lunes pasado, después de que Página/12 publicara las revelaciones de dos guardias sobre la mafia que controla al SPB bajo la ley del terror y los intereses personales.
A fines de octubre, José Antonio Dufiño se encontraba alojado en el penal de Campana. Según relató más tarde el interno, el jefe de Vigilancia y Tratamiento del penal, Francisco Olivares, le encomendó amenazar y/o atacar al camarista Maroto y a la defensora oficial Gómez. Según la denuncia, Olivares le pagaría con beneficios que podían incluir una fuga. Pero en caso de no cumplir, el agredido sería él. Según aseguró Maroto a este diario, “Olivares es uno de los más temidos en el servicio y su apellido reúne una enciclopedia de denuncias contra los derechos humanos”. Dufiño se negó y, a los pocos días, un preso lo apuñaló y luego fue baleado por los guardias que intervinieron para separarlos.
Durante un mes, Dufiño mantuvo silencio. La serie de amenazas contra Maroto y Gómez, denunciadas por los propios presos a partir del 21 de noviembre, movilizó a Dufiño. El lunes pasado, un día después de que Página/12 publicara el relato de dos guardiacárceles que por primera vez denunciaban la amplia red mafiosa que domina al SPB, Dufiño se animó. Presentó la denuncia en una fiscalía de San Nicolás y fue trasladado al penal de esa localidad.