El gobernador Felipe Solá tomó juramento ayer al nuevo ministro de Seguridad bonaerense, Raúl Rivara. Durante el acto, Solá echó un párrafo a uniformados y funcionarios provinciales. Les pidió que encaren la lucha contra la inseguridad con “mística y voluntad de trabajo férrea”. Rivara asumió con un panorama por ahora incierto. No es especialista en el tema y no será acompañado por el momento por el equipo de León Arslanian, quien puso en marcha los primeros pasos de la Reforma de la Bonaerense.
Solá intentó despejar esas dudas. “Es fundamental que los hombres de la policía y los civiles del Ministerio de Seguridad sepan que sin mística y un grado de afecto por el trabajo y de voluntad férrea por modificar las cosas, la inseguridad en la provincia de Buenos Aires no va a cambiar.” Agregó que “tenemos un bueno comienzo del Plan Director de Seguridad, pero no podemos mostrarnos conformes. No podemos estar conformes mientras haya miedo”.
El Plan Director de Seguridad fue puesto en marcha durante la gestión de Juan José Alvarez y fue elaborado por el secretario Diego Gorgal. Es un plan coyuntural de prevención que, según los especialistas, resulta efectivo. El mayor problema, según las mismas fuentes, es que deben ponerlo en práctica los mismos efectivos que están en la mira pública. Y señalan que sólo una reforma estructural de la policía puede resolver, a largo plazo, el problema. Esa reforma fue puesta en marcha en el ‘98 por el ex ministro de Justicia y Seguridad León Arslanian. Existen diferencias pronunciadas que impiden que el equipo de Arslanian participe en la gestión de Rivara. Quizá para intentar minimizar el problema, ayer Solá dijo que el Ministerio de Seguridad contará “con el apoyo de quienes conocen del tema”.