Vie 01.07.2016

SOCIEDAD  › CONDENAN AL EX PREFECTO QUE MATO A SU VICTIMA PARA VENGARSE DE SU EX MUJER

Perpetua por el crimen de Araceli

Walter Vinader recibió la pena máxima por el homicidio de Araceli Ramos, de 19 años, y la desaparición de Aída Amoroso, de 81. El crimen fue un plan que perpetró el ex suboficial para vengarse de su ex mujer y de los policías que lo habían detenido en una causa por extorsión.

El ex suboficial de la Prefectura Naval Walter Vinader fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Araceli Ramos, de 19 años, y la desaparición de Aída Amoroso, de 81, ambos casos registrados en 2013 en la ciudad bonaerense de Caseros, partido de Tres de Febrero. Los jueces también dispusieron que se investigue si Vinader tuvo vinculación con el crimen de Verónica Celeste Fernández, cuyo cuerpo apareció en 2012 en circunstancias parecidas a las de Araceli. El juicio al prefecto había comenzado el pasado 3 de mayo.

El Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de San Martín encontró culpable al ex suboficial de 41 años. Durante el proceso, tanto los fiscales de juicio Norberto Farber y Andrea Andonaides como los abogados de la familia Ramos habían reclamado la pena de prisión perpetua en la etapa de alegatos. En un fallo unánime, los jueces Mónica De Benedetto, Julio César Di Giorgio y Marcelo Machado condenaron al ex miembro de la fuerza de seguridad como autor de “privación ilegal de la libertad coactiva en concurso ideal con homicidio criminis causa”, en el caso de Araceli, y del delito de “privación ilegal de la libertad coactiva agravada por ser la víctima mayor de 70 años”, en relación con la anciana Amoroso.

En medio del llanto, la mamá de Araceli, Griselda González, manifestó estar “conforme” con el fallo y proclamó: “Mi hija ahora descansa en paz, tuvo su justicia”, al tiempo que remarcaba que el ex prefecto “fue el único culpable” del homicidio de la joven. González confió además que ahora desea “guardar” su “luto y descansar”, porque Vinader “destruyó nuestra familia; mi otra hija tiene ataques de pánico y prácticamente no puede salir de casa”, aseguró.

Para los acusadores, el crimen de Araceli fue un plan perpetrado por Vinader para vengarse de su ex mujer y de los policías que lo detuvieron en el marco de otra causa por extorsión por la que fue condenado en la localidad bonaerense de Suipacha, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Prueba de esto es que entre las pertenencias de Vinader se halló una memoria de celular con una filmación en donde se veía a Araceli diciendo que si algo le llegaba a pasar a ella o al propio ex prefecto, había que buscar a la ex esposa del acusado y a tres policías.

Respecto de Amoroso, los jueces consideraron que fueron “la codicia”, “la venganza” y “la crueldad” los que motivaron la privación ilegítima de la libertad de la anciana, a quien Vinader “sustrajo de su casa con el fin de obligarla a que nunca regrese para disponer de sus bienes”.

Asimismo, un estudio resultó clave y demostró científicamente que el alambre utilizado para atar el cadáver de Araceli coincidía con el hallado en la casa de Amoroso que había usurpado Vinader. Convocado a declarar en la causa, el comisario mayor Marcelino Cottier, jefe de la Dirección de Criminalística de la Superintendencia de Policía Científica bonaerense, contó que en los peritajes se utilizó el microscopio “Gran Comparador”, usualmente empleado para cotejar las estrías de balas y las marcas de las vainas. Cottier había asegurado ante los jueces que el alambre que sujetaba en posición fetal el cadáver de Araceli en un descampado de La Matanza y el secuestrado en la casa de la calle Puan 3754 de Caseros no sólo coincidían morfológicamente sino que ambos habían sido cortados “por la misma herramienta”.

Por otro lado, a partir de los testimonios vertidos en el juicio, el TOC 4 de San Martín también ordenó extraer testimonios de lo sucedido en el debate para que la Justicia de San Isidro investigue la vinculación de Vinader con el homicidio de Verónica Celeste Fernández, de 32 años, quien ejercía la prostitución y fue hallada violada y asesinada a golpes en el paseo costero de Vicente López en noviembre de 2012.

Araceli había concurrido el 30 de septiembre de 2013 a la casa de Caseros, propiedad de Amoroso, para una entrevista laboral que resultó ser falsa; la joven nunca regresó con su familia y su madre comenzó a buscarla de manera desesperada. Doce días después, el 11 de octubre, su cadáver con signos de estrangulamiento fue encontrado tirado en un terreno de las avenidas Crovara y General Paz, atado con alambre y dentro de varias bolsas de residuos.

Antes de citar a la chica, Vinader fue a la casa de Amoroso y se presentó ante la anciana como un amigo de su hijo, a quien había conocido en la prisión. El hijo de la mujer, Emilio Rezzonico, estaba enfermo y murió en la cárcel, aunque no están claras las circunstancias de su deceso y fue cremado por disposición del propio ex prefecto, quien comunicó a la madre del fallecimiento. Por último, si bien se cree que Amoroso fue asesinada, su cadáver nunca apareció.

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