Mar 27.01.2004

SOCIEDAD  › PARA LA OMS, NINGUN LUGAR DE ASIA ESTA A SALVO

La gripe del pollo se expande

Crece el temor a una epidemia como la del SARS debido a que el virus mutó y no hay vacuna para prevenir el contagio. Ya son siete los muertos y ocho los países asiáticos afectados por el brote.

Por José Reinoso *
Desde Pekín

El miedo a que la fiebre del pollo derive en una epidemia similar a la del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave) comienza a tomar peso en Asia. Tailandia anunció ayer que un niño de seis años murió por el denominado virus H5N1, lo que eleva a siete el número de fallecidos en la región desde que fue detectado el primer brote en Corea del Sur a mediados de diciembre. Los seis fallecimientos anteriores se han producido en Vietnam. Pakistán se convirtió ayer en el octavo país afectado por la enfermedad. “No sabemos cómo se está difundiendo el virus, así que hay que pensar que ningún sitio puede considerarse a salvo. El desafío crece por días”, aseguró Peter Cordingley, vocero de la OMS en Manila. La crisis se agravó porque, según el organismo sanitario, el virus ha mutado respecto del H5N1 que provocó la muerte de seis personas en Hong Kong en 1997. Esto significa que no habrá una vacuna disponible antes de seis meses.
La OMS rogó ayer a la comunidad científica mundial que acelere la búsqueda de un tratamiento. La lucha contra el virus se está viendo dificultada por su rápida velocidad de mutación y su presencia simultánea en al menos ocho países. Hasta ahora han detectado casos en la población avícola, Corea del Sur, Vietnam, Tailandia, Japón, Taiwan, Camboya, Indonesia y Pakistán. China, sumida en la celebración del Año Nuevo Lunar y con cientos de millones de personas viajando por el país, no ha anunciado ningún brote de la enfermedad, pero el domingo prohibió la importación de pollo y sus derivados de Tailandia y Camboya.
Los expertos creen que el virus sólo se transmite por contacto con animales enfermos o con sus excrementos. En Asia es costumbre comprar los pollos vivos en el mercado, y sacrificarlos y desplumarlos delante del cliente.
La OMS ha advertido de los riesgos que supone la eliminación de los pollos si no se realiza de forma adecuada, como está ocurriendo en algunos lugares en Tailandia, donde, según ha reconocido la ministra de Sanidad, algunos criadores se están limitando a arrojar los animales muertos a los ríos. Esto podría provocar que el virus llegue a las granjas de cerdos y de éstos pase al ser humano.
Myanmar y Laos, que hacen frontera con Tailandia, pueden ser los siguientes en engrosar la lista de países afectados. Miles de aves han muerto en Vientiane (Laos), aunque las autoridades aseguran que se debe al cólera. Las muestras están siendo analizadas en un laboratorio tailandés. Según la OMS, el estallido de la enfermedad en este país supondría “un grave problema” debido a su pobre infraestructura sanitaria.
El brote ha despertado los fantasmas en la región sobre la posibilidad de que vuelva a producirse un fenómeno similar al de la neumonía atípica. El SARS fue una pesadilla para gobiernos, ciudadanos y empresas. Duró alrededor de seis meses. El turismo prácticamente paralizado, miles de empresas trabajando a media máquina y millones de ciudadanos asustados tras las mascarillas, temerosos de un virus del que no se conocía gran cosa. El balance final: 774 muertos, 8098 infectados en cerca de 30 países de todo el mundo y cuantiosas pérdidas económicas. Hasta el punto que el 2003 ha pasado a la historia en Asia como el año de la neumonía atípica o SARS.
Hasta el momento, la OMS ha dicho que no tiene constancia de que el patógeno de la gripe del pollo se transmita de persona a persona y no ha considerado necesario emitir recomendaciones de no viajar a ninguno de los países afectados, a diferencia de lo que hizo el año pasado. Pero ha advertido que si el virus se combina con el de la gripe humana, podría generar una pandemia de consecuencias imprevisibles. Porque, según ha advertido, potencialmente puede ser más devastador que la neumoníaatípica. Alrededor de 20 millones de aves han muerto o han sido sacrificadas en la región para intentar detener la expansión del virus.
La última víctima fue un nene que resultó infectado mientras jugaba con gallinas en su pueblo en la provincia tailandesa de Kanchanaburi, y cuya salud se deterioró rápidamente. Seis de las siete víctimas registradas hasta ahora son niños, un fenómeno al cual los científicos no han encontrado aún explicación. Sudarat Keyuraphan, ministra de Sanidad de Tailandia, dijo también que una niña de 10 años y una mujer de 58 padecen la enfermedad, además de otro niño de siete, cuyo caso fue confirmado la semana pasada.
Alrededor de 11 millones de pollos han muerto o han sido exterminados en Tailandia en 24 de sus 76 provincias. Sólo el último domingo fueron sacrificados 1,6 millón con la ayuda del ejército y de prisioneros, ante la falta de gente dispuesta a llevar a cabo el trabajo. El primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, quien al igual que los dirigentes de Indonesia ha recibido fuertes críticas por haber ocultado la epidemia, hizo de nuevo un llamamiento a la población para que no se alarme: “Las personas no se contagian fácilmente. Sólo aquellos que viven en contacto cercano con los pollos corren riesgo”.
Pero el virus se sigue extendiendo por Asia. No se sabe cómo, aunque hay sospechas de que pueda ser por medio de aves migratorias.

* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.

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