El juez platense Pablo Raele ordenó detener al jefe, dos subjefes y seis oficiales de la cárcel de Lisandro Olmos acusados de haber participado en el homicidio de un preso que sufría epilepsia. Narciso Gastón Ayala (36) estaba detenido en el penal de Olmos. El 1 de agosto Ayala sufrió un ataque de epilepsia y sus compañeros de pabellón tomaron los extremos de una frazada para cargarlo en ella y llevarlo al sector de sanidad. El hombre sufría ataques de epilepsia por lo que se había dispuesto su traslado a un penal psiquiátrico, pero nunca se concretó esa derivación. Según la versión oficial, cuando el hombre era trasladado, las convulsiones que sufría lo hicieron caer de esa improvisada camilla, golpeando contra el piso del penal. Pero las lesiones que presentaba en el cuerpo dejaron muchas sospechas. Tras la realización de la autopsia y algunos testimonios se determinó que Ayala fue sometido a una feroz golpiza, en el marco de la cual le hicieron una “llave”, en la garganta que le ocasionó la muerte por asfixia. “No había una parte del cuerpo de Ayala que no tuviera golpes”, confió una fuente judicial.