Un argentino radicado en Hawaii fue atacado por un tiburón gris mientras surfeaba. En el ataque, el animal le arrancó parte del brazo y antebrazo izquierdo y le dejó dos importante mordeduras en una pierna, pese a lo cual se defendió con la tabla y a los golpes, y logró sobrevivir. Federico Jaime, un ingeniero de 36 años que vive hace cinco en esa isla del Pacífico, contó que estaba “en un lugar seguro para surfear”, a unos 100 metros de la costa, en un sector de unos 7 metros de profundidad y con otras “40 o 50 personas en el agua”, cuando lo atacó el tiburón. “Me agarró de un brazo, le empecé a pegar con la tabla, con la mano, con lo que fuera”, relató desde el hospital donde está internado, fuera de peligro pero con importantes heridas. El hombre dijo que “en el momento no se siente nada, por la adrenalina” que segrega el cuerpo en los momentos de peligro, acrecentado porque “había mucha sangre” y eso atrae a los escualos. “Luchaste como 5 o 6 minutos, no te largaba”, lo felicitó un amigo apenas superado el trance. Jaime fue rodeado durante el ataque por “un escudo humano” de otros deportistas que lo ayudaron a llegar a la costa, igual que una ola que casi lo dejó en la playa, donde un paramédico que estaba en el lugar le hizo de inmediato un torniquete y luego una ambulancia que pasaba lo llevó la hospital, donde se recupera.