Todo aparentaba ser muy “glamoroso”: un desfile con modelos, prensa de diferentes partes del mundo, invitados internacionales y uno de los hoteles más lujosos de Miami. Pero el evento terminó en escándalo. Las dos empresarias argentinas encargadas de organizar el desfile, realizado el último 9 de febrero en el hotel Billmore de Coral Gables, fueron detenidas por la policía local, acusadas de formar una asociación para cometer fraude.
Mónica Estrella y Nora Pereyra Quintana, las dos argentinas organizadoras de eventos –ambas rondan los 40 años–, fueron arrestadas el jueves último y permanecen en la prisión de Miami por el presunto delito de fraude, ya que no habrían pagado las cuentas del hotel ni de otros servicios y participantes contratados para el evento, al que asistió, entre otros, el propio cónsul de Argentina en Miami, Luis Riccheri. El mismo día del arresto, llegó al consulado una notificación de la policía de Miami que dio cuenta del hecho.
“Se supone que ambas residentes argentinas, que se encuentran en el Miami Dade County Jail, están a punto de declarar ante el juez, quien las notificará de sus cargos”, dijo a Página/12 el cónsul argentino adjunto en Miami, Guillermo Rodríguez. “Mientras tanto, desde el consulado les suministramos una lista de abogados privados, las visitaremos y verificaremos que reciban buen trato. También garantizaremos toda la ayuda que podamos y nos mantendremos en permanente contacto con José Pereyra Quintana, el esposo de una de ellas”, aseguró.
Las dos empresarias que viven en Buenos Aires están a cargo de la firma One-to-One, constituida en la Argentina y responsable del “Fashion Show” realizado en el Billmore, uno de los hoteles más lujosos de Miami. Rodríguez afirmó que estos casos “no son comunes en Miami”, aunque admitió que para que estas dos argentinas hayan sido detenidas “tiene que haber una presunción importante”. Según manifestó Riccheri, “son varios los involucrados en el desfile que las denunciaron, entre ellos los dueños del hotel Billmore, a los que no habrían pagado las cuentas de la utilización del salón y de las habitaciones donde alojaron a los modistos invitados”.
Estrella y Pereyra Quintana comenzaron dos meses antes a invitar, para participar del desfile, a los diseñadores Jorge Ibáñez; Mónica Socolovsky de Sathya, Silvia Pesci y la firma Costume. Todos ellos viajaron con la condición de tener la estadía y el pasaje pago.
“Esta detención fue una sorpresa para mí porque no detecté ningún problema. Era la primera vez que trabajaba con estas dos empresarias, pero me trataron muy bien, fue todo muy normal. No parecían ser dos personas desconfiables”, señaló Ibáñez a Página/12. El diseñador estimó que el público “rondaba las 500 personas, que para entrar debían pagar 60 dólares”. Sin embargo, el cónsul adjunto estimó que “la cantidad de público era poca”.
El día posterior al desfile, “las dos argentinas estaban muy contentas con los resultados del evento”, reseñó Ibáñez. Incluso, después del show, los diseñadores junto con las 22 modelos que asistieron, participaron de un coctel, donde también estuvo Riccheri.
Por su parte, Socolovsky, de Sathya, manifestó que se enteró de la detención por la radio. “Nos llamaron para invitarnos y nos dijeron que sólo teníamos que pagar la mitad del pasaje. Me comuniqué con la embajada argentina en Estados Unidos y era todo cierto. Además, firmamos un contrato de participación. No teníamos nada que perder, aunque la organización fue un desastre”. Según la diseñadora, “no sé qué ganaron porque a mí no me cobraron nada. Y me da mucha lástima porque afecta nuestra credibilidad en el exterior”.