Una beba de cuatro meses sufrió una o más agresiones sexuales que le causaron “lesiones graves”, en la localidad de San Pedro, y anoche estaba siendo operada de urgencia en el Hospital Elizalde de la Ciudad de Buenos Aires. La madre la había llevado a la mañana al hospital de San Pedro, donde afirmó que la chiquita se había caído a un pozo ciego; pero los médicos descartaron esta versión, constataron las graves lesiones y dieron aviso a la policía. Anoche la mujer estaba siendo indagada por la fiscal a cargo del caso.
“Una ha visto casos de violación, incluso en chicos; pero esta vez se trata de un bebé, las lesiones son muy graves, y esto te sobrepasa”, confesó a este diario la médica del Hospital Subzonal de San Pedro que atendió a la bebita.
Los médicos constataron “lesiones graves comprendiendo la vagina, el recto y el ano”, incluyendo “una perforación con comunicación entre el recto y la vagina, con riesgo de causar una infección importante”.
La beba fue derivada al Hospital Elizalde de la Ciudad de Buenos Aires, donde anoche era sometida a una intervención quirúrgica. “Sólo cuando se concrete la exploración quirúrgica bajo anestesia podrá diagnosticarse con precisión la magnitud de las lesiones”, aclaró la médica del Hospital de San Pedro.
La madre, una joven de 19 años, había dicho a los médicos que la nena había caído en un pozo ciego, sin mencionar las lesiones genitales. “Pero en el examen físico encontramos otra cosa”, dijo la fuente del hospital sampedrino, y observó que “la versión de la caída al pozo es dudosa: nosotros tenemos experiencia en ese tipo de situaciones y, cuando un chico cae a un pozo ciego, aunque la madre lo haya limpiado, llega sucio y con un olor insoportable que persiste mucho tiempo aunque se lo lave: nada de esto pasaba con la bebita; había una incongruencia entre el relato de la madre y lo que encontramos en la hija”.
En cuanto a la posibilidad de que las lesiones hayan sido resultado de agresiones reiteradas, “es una sospecha razonable, pero sólo las pericias podrán determinarlo”, dijo la fuente del Hospital Subzonal.
Ante la policía de San Pedro –convocada por los médicos del hospital–, la madre volvió a sostener que, al despertarse a las siete de la mañana, había advertido que la beba no estaba en la cuna y, escuchando llantos fuera de la casa, la había encontrado y rescatado del pozo cloacal.
La madre y la beba vivían en una casa muy precaria, de una sola habitación, en compañía de la abuela de la niña y de un primito de cuatro años. Anoche, la madre prestaba declaración ante la fiscal María Belén Ocariz, del Departamento Judicial de San Nicolás.