Aunque, por ahora, el debate sobre la división de la ciudad de Buenos Aires en comunas no convoca multitudes, algunas organizaciones vecinales han iniciado una movilización inédita. Desde hace un mes, se reúnen todas las semanas con legisladores y funcionarios del gobierno porteño para discutir el tema y, desde esa mesa de tres patas, se han puesto de acuerdo para lanzar una campaña masiva de difusión, hacer reuniones en todos los barrios, escuchar las opiniones de los interesados y recién entonces elaborar el proyecto de ley, sobre la base del consenso. El objetivo, dicen en la Legislatura, es que la norma sea aprobada antes de fin de año, junto con la nueva ley electoral y la que regula el presupuesto participativo. El debate saldrá a los barrios el próximo miércoles: los diputados de la Comisión de Descentralización sesionarán ese día, junto a representantes vecinales, en el ex bar La Alameda, sede de la Asamblea de Parque Avellaneda. Será el primero de una serie de encuentros, una suerte de audiencia pública itinerante y en varios capítulos.
La creación de las comunas está prevista por la Constitución porteña, pero ese mandato lleva más de dos años de demora: debió concretarse antes de octubre de 2001. La Legislatura hizo un intento por aprobar una ley que dividía la ciudad en 16 comunas, en noviembre del año pasado, pero el proyecto, respaldado por el oficialismo, no consiguió los votos necesarios: hubo entonces una fuerte oposición de organizaciones vecinales, integradas en la Coordinadora por Comunas, que cuestionaron la falta de información previa y de discusión del proyecto entre los porteños.
Ahora, los legisladores que asumieron el 10 de diciembre retomaron el tema. Pero esta vez resolvieron abrir el juego a la opinión de los vecinos. “Vamos a sacar la Comisión de Descentralización (la encargada de estudiar el tema) a los barrios”, dijo a Página/12 el socialista Roy Cortina, titular de esa comisión. La primera salida de los diputados será este miércoles, a Parque Avellaneda.
El punto de partida del acuerdo tripartito fue el 30 de enero, cuando la Coordinadora por Comunas, integrada por 47 organizaciones vecinales, en su mayoría asambleas barriales, respondió a la convocatoria del secretario de Descentralización del gobierno porteño, Héctor Capaccioli. Ese encuentro, en el que también participó un grupo de legisladores, fue el primero de una serie de reuniones semanales en las que ya se llegó a un acuerdo mínimo: “Habrá un primer período de difusión, de dos meses, luego un proceso de discusión con las organizaciones vecinales, que podría finalizar en agosto, y finalmente la etapa de conclusiones y elaboración del proyecto, previstas para octubre”, dijo a este diario Sergio Abrevaya, director de Presupuesto Participativo y representante del Ejecutivo en las discusiones.
Como la participación bien entendida empieza por casa, las autoridades discuten con los vecinos hasta los mensajes publicitarios. “En un mes estamos en condiciones de lanzar la campaña: habrá una serie de afiches clásicos, donde se explique para qué sirven las comunas y también un ciclo de talleres en los barrios, donde se integran las distintas posturas”, explicó Abrevaya.
La discusión, por ahora, no ha tocado los temas de fondo, que son los más espinosos, a saber:
u La cantidad de comunas y su delimitación. El último proyecto oficial, que ya fue desestimado, preveía la creación de 16 comunas, con los mismos límites de los actuales CGPS, que no respetan la geografía de los barrios. Las organizaciones vecinales prefieren que se respete la identidad barrial, aunque agrupen dos o más barrios en una comuna.
u Las competencias de las comunas. Según establece la Constitución de la ciudad, las comunas tienen competencia exclusiva en el mantenimiento de las vías secundarias (calles) y de los espacios verdes (plazas), y comparten con la administración central una serie de atribuciones, desde obras públicas hasta políticas sociales. Delimitar esas competencias y establecer cuál será el presupuesto de las comunas forman parte de la pulseada más fuerte entre organizaciones y funcionarios.
Las comunas son unidades de gobierno descentralizadas, gobernadas por una junta comunal, con un presidente y seis vocales. Tendrá una junta consultiva, integrada por representantes de organizaciones intermedias.
“Nuestro objetivo es que las conclusiones a las que se arriben en las reuniones con las organizaciones vecinales sean vinculantes”, dijo a este diario Gustavo Vera, de la Asamblea de Parque Avellaneda. Por las dudas, las entidades ya iniciaron su propia campaña de difusión y un petitorio “para garantizar la transparencia del proceso”.