SOCIEDAD
› AL MENOS DIEZ MUERTOS AL INCENDIARSE UNA COMBI
Tragedia en un paso a nivel
Al menos diez personas murieron en la madrugada de ayer cuando una combi cargada de pasajeros, que había salido de Mendoza y se dirigía a la ciudad de Buenos Aires, chocó contra la locomotora de un tren y se incendió, en la localidad bonaerense de Iriarte, en el límite con Santa Fe. El fiscal de Junín Alberto Arostegui, que interviene en el caso, aseguró que las víctimas podrían ser más. En el mismo sentido, la Policía Vial detalló la situación: “La camioneta se quemó por completo y quedaron todos los cadáveres carbonizados dentro. Hasta ahora se encontraron diez, pero a medida que los peritos sigan trabajando se espera encontrar más”. El fuego dejó los cuerpos tan irreconocibles que las víctimas eran contabilizadas a partir del hallazgo de sus cráneos.
El accidente sucedió ayer a las 5.15, cuando una combi Renault Trafic fue embestida por un tren en el kilómetro 364 de la ruta nacional 7, en el partido bonaerense de General Pinto. De inmediato, la camioneta comenzó a arder y, aunque el maquinista intentó apagar el incendio, luego explotó. “No hubo sobrevivientes, todos los ocupantes murieron en el acto”, afirmaron desde el destacamento policial de Iriarte. El fiscal Arostegui fue más gráfico: “En el lugar había una mole de personas calcinadas”.
Los investigadores del caso evalúan dos posibles causas del accidente: un banco de niebla que imposibilitó ver los carteles del costado de la ruta –el cruce a nivel no cuenta con barreras ni señales luminosas o sonoras– o, simplemente, la imprudencia del conductor de la camioneta. “Hasta esta noche (por ayer), hay diez cráneos contabilizados, pero no descarto que las víctimas puedan ascender a doce”, advirtió Arostegui y explicó que “algunos familiares ya se acercaron, pero no pudieron reconocer a las víctimas, no hay ropas, no hay documentos y la única manera para confirmar sus identidades será a través de sus piezas dentales”.
La camioneta se dirigía de Mendoza hacia Buenos Aires con comerciantes que, según versiones policiales, tenían la intención de adquirir productos, volver a la provincia cuyana y revender la mercadería. Los investigadores indicaron que la combi sólo tenía los asientos del conductor y del acompañante, y que el resto de los pasajeros viajaba en la parte trasera, sentados sobre un colchón, lo que podría haber avivado el fuego.