El operativo de control para verificar el uso obligatorio del casco a los motociclistas en la ciudad de Buenos Aires se inició ayer y debutó con cinco vehículos secuestrados y 43 multas. Según el gobierno porteño, que rotó a los inspectores municipales por tres puntos de la avenida Corrientes, la cifra fue menor a la esperada. Los controles se extenderán a otros puntos de la ciudad.
El sistema de multas es de dos tipos: de 50 pesos para aquellos que no usan correctamente el casco –por ejemplo, lo llevan colgado en el brazo– o cuando el acompañante no lo tiene. Mientras que la pena mayor es para quienes directamente no tienen casco, a quienes se les retiene la motocicleta y deben pagar, además de la multa de 50 pesos, 38 pesos por acarreo y dos pesos de estacionamiento en el playón municipal.
El nuevo sistema de controles comenzará todos los días a las 9 y se extenderá hasta las 18. Ayer a la mañana estuvo en Corrientes y Carlos Pellegrini, al mediodía se trasladó a la esquina de Corrientes y Florida y, ya por la tarde, los inspectores se instalaron en la intersección de Corrientes y Alem. La directora de Seguridad Vial, Leticia Piris, aseguró estar “muy conforme porque las multas y las retenciones fueron mucho menores a las esperadas, sobre todo teniendo en cuenta que estuvimos en un punto donde el flujo de tránsito es muy grande. Ahora llevaremos los operativos a otros puntos de la ciudad”.