SOCIEDAD
› LAS PRESIONES QUE SUFRIO JUAN CASTRO ANTES DE SU MUERTE
Crisis y tironeos antes de la caída
En febrero fue internado dos veces y externado otras tantas, en medio de un enfrentamiento entre su familia, por un lado, y su psiquiatra y sus vínculos laborales, por otro.
› Por Horacio Cecchi
La crisis sufrida por Juan Castro en febrero pasado, una supuesta orden de internación en la clínica Santa Rosa de parte del psiquiatra que lo atendía –Rubén Lescano–, y su posterior externación, son parte de las sombras que envuelven los últimos días del conductor televisivo. Página/12 tuvo acceso a la verdadera historia de esas últimas horas, a los intereses encontrados de su salud y las necesidades de su imagen. Una historia que revela la situación de desamparo en que quedó sumido Juan en plena crisis. En medio de todo, se desató un fuerte enfrentamiento, por ahora a medias silencioso, entre los familiares y amigos más directos de Juan, y sus amistades laborales. Por otra parte, Endemol sacó un comunicado en el que apunta contra los periodistas Jorge Rial y Luis Ventura, quienes divulgaron cartas íntimas de Juan y vincularon a la productora con Lescano.
En julio pasado, Juan fue internado en una clínica asociada al Sanatorio Otamendi. En ese momento fue cuando públicamente reconoció su adicción a las drogas y su intención de apartarse de ellas. Según revelaron a este diario desde la familia de Juan, en ese momento no se tenía una idea clara sobre cómo responder. De algún modo, sin que los familiares y amigos se lo propusieran, se pusieron en juego las diferencias actuales entre las líneas que defienden a rajatabla la internación como solución, y aquellas que proponen la reinserción del paciente en su medio como una terapéutica humanizada.
Según reveló una fuente familiar, fue una opción de hierro: “Por un lado estaba la línea de la internación y el aislamiento absoluto, y por el otro apareció un psiquiatra, recomendado por un amigo de Juan. Vino con un discurso que parecía más amplio, que Juan debía mantener su trabajo, que debía estar contenido por sus afectos verdaderos”. El psiquiatra al que se refiere la familia es Rubén Osvaldo Lescano. Su propuesta terapéutica fue tildada por algunos como “esotérica” y a ojos de un lego puede resultar extravagante (ver aparte). A la familia y sus amigos históricos les llevó poco tiempo comprender que la propuesta distaba mucho de sus ideas. “Enseguida Juan quedó como sometido al discurso del psiquiatra”, agregó la misma fuente.
Tras el allanamiento a Endemol, Página/12 consultó a una fuente de la productora para confirmar o desmentir la vinculación de Lescano y Endemol. “La productora niega toda relación con Lescano, no trabajó en Gran Hermano, y el único conocimiento que se tiene de él es a través de Juan”, aseguró el productor. La versión del vínculo psiquiatra-productora fue lanzada por Luis Ventura y Jorge Rial y motivó el inicio de una demanda de Endemol, según revela un comunicado de la empresa, por las “mentiras y falacias contra su persona (Juan Castro) y nuestra productora”.
El productor, además, aseguró que la empresa se había preocupado por la salud de Juan. “De hecho, uno de nosotros firmó su internación en febrero, junto con Lescano y Lucho.” Lucho es Luis Paveci, la pareja de Juan. El mismo productor señaló que “el tratamiento dado por Lescano indicaba que no abandonara su trabajo, que lo recuperara en forma paulatina”.
La historia desde la perspectiva familiar es diametralmente opuesta. “No es que había un vínculo empresarial entre Lescano y Endemol –confió el allegado–. La terapéutica de Lescano resultaba funcional a la productora, que estaba interesada especialmente en que Juan estuviera presente para su programa. En una internación no les servía.”
Según se desprende tanto de la familia como de parte de la producción, e incluso del psiquiatra, el 21 de febrero pasado Juan tuvo una recaída muy fuerte y fue internado en la clínica Santa Rosa. El 25 fue sacado de la clínica y llevado al Sanatorio Otamendi, donde se realizó un chequeo clínico. Tanto el psiquiatra como la productora acusan a la familia de haberlo retirado. Lescano no respondió a los llamados de Página/12 invitándolo a dar su lectura de los hechos. Ayer, decidió salir a la escena pública. Lo hizo de local, en Canal 13, el mismo donde se emitiría el programa Kaos en la Ciudad, producido por Endemol.
El psiquiatra sostuvo que ordenó la internación en la Santa Rosa, que luego fue apartado por la familia y que se enteró que el 25 fue retirado de la clínica contra su indicación. Desde la familia, la historia es otra: “Juan fue abandonado, quedó desamparado dentro de la clínica –dijo uno de sus familiares–. Lescano se fue de vacaciones y no dejó a nadie en reemplazo. Tenemos un fax de él dando órdenes desde Cariló. Juan estaba en una crisis muy profunda. No había nadie que decidiera y lo sacamos. Lo llevamos a la Otamendi para que le hicieran un chequeo médico. En la Otamendi, los médicos le recomiendan ‘Juan, olvidate de tu trabajo por un tiempo’. La idea era llevarlo a una de las clínicas de adicciones asociadas a la Otamendi. Pero vinieron de la empresa, le armaron una conferencia en la puerta de la Otamendi, y de ahí se lo llevaron para hacer la campaña gráfica que lanzaba el Canal 13 con sus programas. Lucho se calentó: ‘¿Estamos viendo cómo ayudarlo y ustedes se lo llevan a la campaña? ¿Cómo que se preocupan por su salud?’. El mismo día en que saltó al vacío, a la mañana, había tenido una reunión en la productora para organizar su viaje de cinco días a Colombia. De ahí se iba a Medio Oriente para otra nota. Y Juan no podía mantenerse solo. ¿De la salud de quién están hablando?”.
Ayer, los abogados de la familia Castro, Pablo Jacoby y Pablo Slonimsqui, pidieron el testimonio del director del Otamendi y de otros tres médicos que trataron a Juan, cuyas posturas parecieran contradecir las declaraciones de Lescano.
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