La prostitución callejera y la edad de imputabilidad de los menores. Estos son los dos principales puntos que generarán conflicto cuando, en los próximos 30 días, los legisladores porteños se sienten en el recinto a debatir la reforma del Código de Convivencia de la ciudad. Los principales partidos de Capital coinciden en la necesidad de sancionar un nuevo código. Pero la polémica se fortaleció después de que el último jueves, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, presentara el proyecto oficial para la reforma.
El líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, defendió su posición de bajar la edad para imputar a los menores, de 18 a 16 años, porque “no es lo mismo un chico de 16 o 14 años de hoy al de hace diez años”. En cambio, el proyecto oficial mantiene la edad mínima en los 18 años porque “no queremos ser incongruentes con el Código Penal”, según Ibarra.
Macri también ratificó su intención de prohibir la oferta sexual en toda la ciudad. El proyecto del Ejecutivo mantiene la prohibición, pero en inmediaciones de viviendas, escuelas o templos. Ibarra sostuvo que prohibir la presencia de prostitutas en estos lugares “es un avance porque parte de una realidad”.
En tanto, la dirigente de Unión por Todos, Patricia Bullrich, indicó que en el gobierno porteño “no había voluntad” para cambiar el Código pero, “producto del incremento de los delitos y la convocatoria realizada en Congreso, Ibarra reaccionó”.
Macri también defendió la inclusión de la “permanencia injustificada”, una figura que reemplaza al acecho y merodeo, que aparece en el actual código. El proyecto del Ejecutivo, sin embargo, elimina por completo esta figura, en la que “la policía tiene facultad de llevar por portación de antecedentes a cualquier sospechado de estar por cometer una contravención. Abre un margen en el que cualquiera puede caer por cualquier cosa”, enfatizó Ibarra. Pero Macri sostuvo que la “permanencia injustificada”, que permite que el policía pida identificación de la persona y explicaciones de lo que hace, “es una figura más leve que buscamos para sacar un código mejor, aunque el acecho y merodeo existe en muchas ciudades” del mundo.