SOCIEDAD
› NEANDERTHAL Y HOMO SAPIENS SON ESPECIES DISTINTAS
Diferencias en la dentadura
Los hombres de Neander- thal constituyen efectivamente una especie aparte en la historia de los homínidos, distinta de la de los hombres modernos (Homo sapiens), según afirman dos científicos en el número de hoy de la revista Nature, tras realizar un estudio comparativo de los dientes de diversos fósiles.
Fernando Ramírez Rozzi, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de París, y José María Bermúdez de Castro, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de Madrid, señalan que, en los neanderthalianos, el crecimiento –detectable en los dientes– era rápido: eran adultos a los 15 años de edad, en vez de a los 18-20 años, como en nuestra especie.
El crecimiento dental está estrechamente vinculado con el desarrollo general del individuo. El estudio de este crecimiento dental permite estimar entonces el tipo de crecimiento que caracteriza a cada especie. El esmalte dental crece por capas sucesivas. Dichas capas forman microestrías, las llamadas “estrías de Retzius”, que se ven en el exterior de cada diente (en la corona), en depresiones sucesivas.
Los científicos estudiaron dientes anteriores fósiles de varias especies de homínidos: Homo antecessor (6 dientes, de 800.000 años de antigüedad), Homo heidelbergensis (106 dientes, de 500.000/400.000 años de antigüedad), Homo neanderthalensis (146 dientes, de 130.000 a 28.000 años de antigüedad) y Homo sapiens (100 dientes de 20.000/8.000 años de antigüedad).
En el Homo sapiens, el crecimiento del esmalte dental, después de la formación de la mitad superior del diente, es lento. Como consecuencia de ello, en la parte inferior las estrías están muy próximas. En cambio, dichas estrías están bien separadas en los dientes de Neanderthal.
Paradójicamente, los dientes de las especies más antiguas (Homo antecessor y Homo heidelbergensis) se asemejan a los del Homo sapiens: su crecimiento es también más lento que el de los dientes del Homo neanderthalensis.
Desde su descubrimiento, en 1856, el hombre de Neanderthal es un enigma para los científicos. La especie desapareció, siendo reemplazada por el hombre moderno, Homo sapiens, o bien ambas especies se mezclaron. El debate no ha sido zanjado por los científicos.
Según los autores de la investigación publicada en Nature, el estudio comparado del crecimiento dental de ambos demuestra, más que las diferencias morfológicas de las dos especies o la discontinuidad genética comprobadas en recientes trabajos, que el hombre de Neanderthal constituye efectivamente una especie aparte: sus individuos no pudieron reproducirse al aparearse con los de otros grupos.