Lun 28.06.2004

SOCIEDAD

Aumentan los nacimientos tras la crisis de 2001

La tasa de natalidad había caído por la crisis. Este año se registra un incremento de 5,3 por ciento en las inscripciones. Para los expertos se debe a la mayor sensación de estabilidad.

El 2004 trajo un par de escarpines bajo el brazo, al menos en la ciudad de Buenos Aires. Entre enero y abril, el Registro Civil de la Ciudad detectó un incremento del 5,3 por ciento en el número de nacimientos, según reveló a este diario la titular del organismo, Ivana Centanaro. “Sí, hay más partos, es un comentario que estamos haciendo entre colegas. Hubo una fluctuación muy importante después de la crisis de 2001. Hoy vemos más parejas que están buscando embarazos y más mujeres que están embarazadas”, comentó el ginecólogo Edgardo Rolla, que se desempeña en la Clínica San Lucas de San Isidro y en el Sanatorio Mater Dei, del barrio porteño de Palermo. Una mayor estabilidad social y política asociada al cambio de gobierno son para los especialistas la explicación del incipiente baby boom.
Andrea Max vivió en carne propia las consecuencias de la multiplicación de nacimientos en la Capital Federal. En la madrugada del 4 de junio llegó a pensar que iba a parir en la calle. “En la Clínica de la Trinidad, donde había reservado cama, no había lugar. Tampoco en el Sanatorio Otamendi. Yo tenía contracciones cada vez más dolorosas y no sabíamos dónde iba a ser el parto”, recordó en diálogo con este diario. Finalmente su hijo nació en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. El parto fue a las 7.40, pero a Andrea recién la pasaron a una habitación común cuatro horas y media más tarde, cuando se desocupó una: estaban todas ocupadas con otras parturientas. Hasta ese momento, Andrea esperó en una sala de partos y luego en una de preparto. “En la misma situación estábamos con otras tres mamás”, comentó Andrea, una primeriza de 31 años, diseñadora gráfica, que vive a tres cuadras de Plaza Italia, en el barrio porteño de Palermo. “Al día siguiente, cuando vino mi obstetra a verme me dijo que no había lugar en ninguna maternidad.”
Las maternidades están trabajando a full. En la del Hospital Italiano, por ejemplo, pasaron de atender alrededor de 60 partos mensuales en 2003 a 70 o 75 este año, un incremento cercano al 25 por ciento. “Es cierto que existe un cambio de humor en la gente: uno podría pensar que un sector esperanzado de la clase media, con una mayor expectativa en cuanto a las posibilidades laborales, ha resuelto tener un hijo ahora”, señaló Mario Sebastiani, obstetra del Italiano.
En el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires, el incremento de inscripciones de recién nacidos llamó la atención. En los primeros cuatro meses de 2004 se anotaron 26.527 nuevos porteños (13.493 varones y 13.034 nenas): comparada con el mismo período de 2003, cuando hubo 25.184 nacimientos, la cifra implica una suba del 5,3 por ciento. Aunque los demógrafos señalan que se debe esperar la estadística anual para determinar una tendencia, los primeros cómputos no dejan de ser significativos. “No es un pico extremo, pero sí un alza. Es una realidad que la mayor estabilidad socio-económica y laboral deriva en una mayor tranquilidad en los hogares, que favorece que tomen la decisión de tener un hijo”, analizó Centanaro.
El alza en la búsqueda de un bebé se detecta también en las clínicas especializadas en fertilización asistida. “En la consulta vemos que algunos pacientes que se acercan para realizar tratamientos han referido que ahora sí se animan porque consiguieron trabajo o terminaron de pagar un crédito o están mejor para encarar el tratamiento”, indicó la médica Andrea Perotti, de Fecunditas. La demanda de tratamientos de fertilización asistida había sufrido un descenso notable entre fines de 2001 y 2002, apuntó, en coincidencia con la profundización de la crisis económica. En el Cegyr, otro centro dedicado a la fecundación artificial, también observan el mismo fenómeno. “Tenemos más consultas”, confirmó Claudio Chillik, director médico del instituto.
A la mayor estabilidad socio-económica se suma otro factor que favorece el clima reproductivo. “Siempre que hay un cambio político se da un pico de nacimientos”, apuntó la demógrafa Victoria Mazzeo, a cargo del Area de Análisis Demográfico de la Dirección General de Estadísticas y Censo de la Ciudad de Buenos Aires. Con las estadísticas de nacimientos a nivel nacional en la mano, Mazzeo señaló los momentos históricos en los que se registraron picos de nacimientos: en 1985-86, después del triunfo electoral de Raúl Alfonsín; en 1990-91, tras la asunción a la Presidencia de Carlos Menem; en 1996-97, luego del segundo triunfo menemista; en 1999-2000, después de la llegada al poder de la Alianza. Los mismos picos se dieron en las estadísticas porteñas, con una excepción curiosa: no hubo más embarazadas en la Capital Federal tras la reelección de Menem.
El último gran bajón de nacimientos en la ciudad se dio en el 2002, cuando sólo se registraron 73.978 chicos, es decir, 1498 recién nacidos menos que en 2001. Lo que significa que fueron muchos menos los que se animaron a concebir un hijo teniendo como escenario la decadencia del gobierno de De la Rúa, la devaluación del peso y el corralito bancario. No obstante, la recuperación comenzó en 2003: ese año hubo 75.496 nacimientos y se afianza –según los datos del Registro Civil– a lo largo de este año.

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