Mientras se cumplen 15 días desde que el adolescente Nicolás Garnil fue secuestrado en San Isidro, su familia mantenía absoluto hermetismo, aunque seguía expectante sobre posibles comunicaciones de los secuestradores. Ayer, fuentes del caso aseguraban que no se realizaron nuevos contactos. Vecinos y amigos del chico seguían acercándose a la casa de La Horqueta para dar su apoyo.
Ayer, fuentes de la investigación aseguraban que continuaban intentando dar con el paradero del joven, mientras buscaban descartar que los últimos contactos se hubieran debido a intentos de mejicanear el rescate. Por el momento, se desmintió que se hubieran producido nuevos contactos de la banda con la familia de Nicolás. Sin embargo, algunas versiones indicaban que luego del desgarrador pedido de Susana Garnil, la madre de Nicolás, los secuestradores habrían retomado el contacto con la familia para continuar con las negociaciones.
El jueves, la madre de Nicolás dio a conocer una carta en la que imploraba “de rodillas” que liberen a su hijo. “Lo necesito, no puedo vivir un día más sin él. Necesito desesperadamente saber que está bien”, clamó Susana Garnil en la carta distribuida a los medios periodísticos apostados en el frente del chalet de la familia, en el barrio de La Horqueta, partido de San Isidro.
“Hijo, si me estás escuchando, ese domingo nos llevaron a los dos y yo te tengo en brazos todo el tiempo”, dijo llorando la mujer, quien imploró a los medios presentes que hicieran llegar la carta a oídos de su hijo y de los captores para apelar a su sensibilidad. El estudiante secundario del colegio Pilgrim se encuentra secuestrado desde el 25 de julio, cuando una banda lo raptó mientras se trasladaba en auto junto a su madre, hacia la iglesia La Merced, para asistir a misa. Poco después, según fuentes del caso, reclamaron un rescate de 300 mil pesos.