El presidente Néstor Kirch-ner afirmó ayer que la “falta de seguridad” en el país es consecuencia de lo ocurrido en el pasado “porque no hubo justicia, porque no se castigó como correspondía a los que violaron los derechos humanos y se dejaron tantos valores fundamentales de lado”. Al hablar en un acto realizado en el partido de Ituzaingó, en el que estuvo acompañado por el gobernador bonaerense Felipe Solá, el Presidente aseguró que “muchos de los que ampararon la impunidad en la Argentina hoy piden seguridad”.
Aunque dijo que el Gobierno seguirá trabajando para garantizar la seguridad de los ciudadanos, insistió en la necesidad de “tener buena memoria para recordar a aquellos que nos llevaron a esta situación”. Kirchner volvió a pedir la colaboración de todos para trabajar “fuertemente por el cambio”, porque “hay muchos en esta Argentina, algunos que pertenecen a los sectores poderosos de la reacción, que no quieren que cambie nada”. Según Kirchner, esos sectores “quieren que muy pocos sigan disfrutando como siempre y la mayoría siga soportando todo”.
Para el mandatario, la falta de seguridad en el país “deviene porque no hubo justicia, porque no se diferenció el decente del delincuente, porque no se castigó a los que violaron los derechos humanos”. Kirchner dijo que llegó la hora de “dar vuelta la historia, de ocuparse a fondo por los que más necesitan, más luchan y trabajan”. En lo que pareció una alusión a la negociación con el Fondo Monetario Internacional por el pago de la deuda externa, agradeció el apoyo de intendentes y gobernadores en la defensa “con firmeza de los intereses de la patria”. Estimó que “por eso algunos se ponen nerviosos, especialmente los sectores minoritarios de este país, los sectores de la reacción”.
Kirchner habló sobre seguridad, cuando el tema sigue estando sobre el tapete cuando se cumplen 16 días del secuestro del adolescente Nicolás Garnil. Ayer, los vecinos de San Isidro salieron a pedirle al presidente Néstor Kirchner “que no se ocupe sólo de mirar el pasado” porque “en esta Argentina no podemos vivir más”. La demanda fue planteada, en tono mesurado, por una mujer llamada Mercedes, quien se presentó en la casa de la familia del joven Garnil, en Juan Navarro al 4200 de San Isidro.
Mercedes leyó una carta dirigida al Presidente, a quien pidió pensar “en el presente y en darles a nuestros hijos un futuro mejor”. La vecina de los Garnil opinó que “mientras (el Presidente) en sus discursos habla de una Argentina que crece, que cambia, yo me aterro al pensar en los cambios: en nuestro país crecen los secuestros y cambian los valores; en La Horqueta los secuestros son diarios, la libertad no existe, el temor nos angustia”.
“No queremos esta Argentina, que estorba al pasado para vengarse. Queremos un país donde la autoridad ponga todas sus fuerzas para mejorar el presente y así tener un futuro mucho mejor para nuestros hijos.” En ese acto estuvo presente el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien hizo declaraciones a Radio 10. Posse dijo que la comunidad de San Isidro confía en que Nicolás volverá sano y salvo a su casa.
Según Posse, todavía “se está a tiempo de que el Estado esté presente y la clave está en cortar el circuito del dinero” para evitar “que esto se convierta en una epidemia”. Por su parte, el gobernador Solá y su ministro de Seguridad, León Arslanian, negaron que haya crecido el número de secuestros en la provincia, aunque reconocieron que “un caso ya es mucho”.