A 24 horas de ocurrido, nadie puede explicar cuáles fueron las causas del accidente que produjo al menos 17 lesionados en el cerro Catedral, en San Carlos de Bariloche. Mientras el secretario de Turismo de Río Negro, Germán Jalabert, aseguró que el mantenimiento de la aerosilla cuádruple “se ha cumplido satisfactoriamente” en lo que va del año, uno de los afectados, el instructor de esquí Marcelo Santalla, estimó que lo ocurrido fue “una negligencia, aunque nadie lo quiere decir con esas palabras”. Para Jalabert, en cambio, la aerosilla “es muy moderna y nunca tuvo un problema”.
El funcionario sostuvo, además, que el mantenimiento que realiza la concesionaria Catedral Alta Patagónica (Capsa) “es fiscalizado permanentemente por técnicos de la provincia”.
Más allá de las manifestaciones en uno u otro sentido, se ignoran las causas del accidente. El juez Ricardo Calcagno resolvió mantener el secreto del sumario y prohibió que tanto el gobierno de la provincia como la concesionaria realizaran cualquier tipo de inspección en las instalaciones afectadas, que siguen clausuradas.
Ni siquiera el responsable técnico de la firma Capsa, Roberto Ceaglio, pudo hacer una evaluación de lo sucedido. Se limitó a decir que la aerosilla estaba en “condiciones normales de operación”, refiriéndose, claro está, a los momentos previos al accidente que arrojó entre 17 y 24 heridos, según las distintas versiones que circulan en Bariloche.