Por H. C.

El hijo del dueño de una curtiembre fue secuestrado el martes por la noche, en Villa Diamante. Se trata de Gabriel Gaita, de 30 años, quien fue interceptado por una banda cuando regresaba a su casa desde la empresa Curtidora Américo Gaita. Se especulaba con un secuestro express, pero el paso de las horas dice lo contrario. Según versiones no oficiales, la banda ya se habría contactado con los familiares para reclamar un rescate, cuyo monto no trascendió. El caso viene a romper con dos cuestiones: la primera, que no es un secuestro típico de la Zona Sur, donde son más los casos al voleo y express. La segunda, con las declaraciones del gobernador Felipe Solá: “Los secuestros han bajado claramente”. Lo curioso de todo no es que dijo lo que dijo sino que el momento no parecía el más oportuno. El caso se agrega al de Nicolás, de quien aún no se tienen noticias.
Gaita fue secuestrado el martes, alrededor de las nueve de la noche, después de salir de la curtiembre ubicada en José Ignacio Rucci 1537, frente al Riachuelo, en Villa Diamante, partido de Lanús. Según el vocero de la empresa, Carlos Romero, el hecho tuvo lugar cuando regresaba a su casa en su Chevrolet Meriva. En el trayecto, a la altura de la calle Boquerón al 1700, se le cruzó un auto, según testigos un Renault Clío. Aparentemente, el Meriva de Gaita fue encerrado y chocó contra un árbol donde quedó abandonado. De acuerdo con esas versiones, tres hombres armados lo arrancaron de su auto y lo subieron al Clío para desaparecer.
Según el vocero de la empresa, la banda no se comunicó, pero otras fuentes mencionaban que se habían recibido varios llamados reclamando el rescate cuyo monto no fue divulgado. No está claro si la familia no realizó denuncia o si la presentó porque Gabriel no regresaba. Lo cierto es que inicialmente el caso fue tomado por la Justicia ordinaria como robo de automotor y no por la federal como secuestro extorsivo. Más allá de todo, lo cierto es que un helicóptero ya lo buscaba por la noche y así fue como se halló la camioneta sin su dueño. Quizá también, un cargador con 39 balas de ametralladora.
Durante la mañana del miércoles, el gobernador Felipe Solá dijo que la cantidad de secuestros “ha bajado claramente”. ¿Error? No parece consistir en las cifras que maneja. Es probable que, pese a la desaparición de Gabriel Gaita, la cantidad de secuestros haya bajado en relación con el mes anterior y Solá lo haya expresado con la intención de un bálsamo. Pero, no cabe duda, el bálsamo resultó desde todo punto de vista inoportuno. Especialmente por el marco de sus declaraciones: las realizó en la escuela de cadetes Juan Vucetich, al salir de la reunión mensual de análisis del mapa delictivo y la eficiencia policial, con la presencia de toda la plana mayor, incluida la departamental de Lanús.