A días de cumplirse un año del secuestro de Cristian Schaerer, su padre, Juan Pedro Schaerer, prófugo de la Justicia argentina en cinco causas por presuntos actos de corrupción, confió en que el chico esté con vida. “Yo sé que está vivo, sé también que no ha habido casos de secuestros tan largos, pero tenemos muchos más elementos que nos dicen que está vivo, que los que lo dan por muerto.” Schaerer padre, quien desde hace años vive en Asunción del Paraguay, descartó la posibilidad de que el secuestro tenga algún tipo de connotación política. “No creo que ningún político correntino tenga algo que ver con (José) Lormahn, a pesar de que sí puede ser que lo tenga con (Horacio) Maidana, porque hizo algunos trabajos sucios en Corrientes por lo que pude saber, pero no me consta.” Lormahn, Maidana y Cristian Carro Córdoba, los tres prófugos, serían los líderes de la banda, integrada por otras 16 personas que están detenidas.
“No me quiero mandar la parte, pero toda la investigación nació desde acá. Fuimos obteniendo datos a partir de presunciones, de intuiciones, a veces con suerte, y fuimos armando la telaraña de este secuestro que tiene sus raíces en hechos ocurridos un año antes de aquel fatídico 21 de septiembre de 2003”, fecha en la que se produjo el rapto de su hijo. Juan Pedro “El Vasco” Schaerer hizo declaraciones a la agencia Télam en su casa del barrio residencial Colinas del Golf, en Asunción. Cristian sigue sin aparecer, a pesar de que la familia pagó un rescate de 270 mil dólares. Para Schaerer, la raíz fue un episodio ocurrido en 2002, durante el cual quisieron secuestrarlo a él, que resultó herido de dos balazos.
En la charla, Schaerer sostuvo que durante su investigación personal recibió infinidad de datos falsos, acompañó a policías en peligrosos operativos y hasta tuvo promesas de información de parte de contrabandistas y narcos molestos por la presencia de secuestradores en el área donde desarrollan sus tareas ilegales, lo que incrementa la presencia policial en toda la zona. Schaerer está convencido de que los autores del secuestro de su hijo son Lormahn, Maidana, Carro Córdoba y las 16 personas detenidas por orden del fiscal federal de Corrientes, Oscar Resoagli.
Schaerer cree que su hijo está vivo. “En todo este tiempo, con la madre, Pompeya, y con su hermano, Gastón, hemos corrido detrás de varios cadáveres. El último hace una semana, cuando tuvimos que ir a reconocer un cuerpo a Encarnación que tenía todas las características de Cristian y que estaba totalmente quemado”, relató consternado.
“Hemos quemado las naves –dijo aludiendo a la desesperada búsqueda de Cristian–, nos hemos desprendido de bienes, tanto en mi caso como en el de Pompeya, no sólo para el rescate, sino para sostener esta búsqueda que nos lleva bastante dinero. Pero estamos haciendo lo que tenemos que hacer.” Explicó que “todos los días” reciben datos sobre el supuesto paradero de Cristian y que siguen las pistas porque “no nos podemos dar el lujo de desechar ninguna, porque no sabemos si alguna de ellas puede tener algo que nos sirva”.
Recordó que también ofrecieron “una jugosa recompensa para quien aporte datos concretos sobre Cristian, pero siempre con la condición de que aparezca vivo. Eso desalienta a los que sólo quieren sacar provecho de la situación”. Juan Pedro Schaerer está procesado en cinco causas que lleva la Justicia correntina. Lo acusan por “peculado, malversación de caudales públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Por tal motivo, si intentara ingresar a la Argentina sería detenido de inmediato. Schaerer fue secretario privado de Raúl “Tato” Romero Feris cuando éste era gobernador de Corrientes, entre 1993 y 1997. Luego, cuando asumió como gobernador Pedro Braillard Poccard, Schaerer ocupó el cargo de ministro de Salud de la provincia. El entrevistado sostuvo que la investigación del secuestro de su hijo la comenzó un policía correntina, que se movilizaba en bicicleta, que no tenía teléfono celular y que llegó tarde a varios allanamientos en los que se lo podría haber hallado con vida a Cristian. Por eso cree que los policías correntinos hicieron “lo que pudieron” y por la falta de medios “se perdió tiempo muy valioso, incluida la posibilidad de haber hallado a Cristian. Existe mucha voluntad, pero faltan medios”.