SOCIEDAD
› ROBARON UNA CASA DE CAMBIO EN EL CENTRO PORTEÑO
La vuelta de los boqueteros
Se tomaron su tiempo, pero fueron efectivos: en menos de seis horas ingresaron a un edificio en pleno centro porteño, tomaron de rehén al encargado y a su familia, y tras abrir un boquete desvalijaron la casa de cambio lindante al edificio. Según fuentes oficiales, robaron una abultada suma de dinero entre pesos y dólares, aunque en la casa Unicambio se negaron a hablar de números. Los investigadores sospechan que los asaltantes también tenían planeado ingresar a la joyería que está junto a la casa de cambio, pero a último momento desistieron. Antes de huir, uno de los ladrones le habría dicho al encargado que el golpe lo comenzaron a planear hace tres meses.
El hecho tuvo lugar el domingo último a las 15, cuando cuatro delincuentes –que actuaron a cara descubierta– ingresaron al edificio de 11 pisos ubicado en avenida Corrientes 569. Los cuatro, todos mayores de edad, sorprendieron al encargado uruguayo Orlando Franco, de 27 años, lo obligaron a entrar y lo llevaron, junto a su familia, al último piso del edificio, donde los dejaron atados, revelaron fuentes policiales. El inmueble está en refacciones desde hace casi dos meses y al momento del robo estaba vacío.
Con una maza, un cortafierro y una amoladora de corte en mano, tres de los delincuentes comenzaron a abrir “a los golpes” un boquete de unos 50 centímetros de diámetro en la medianera que separa el edificio de la casa de cambio. El cuarto asaltante, mientras, vigilaba a los rehenes. Al ingresar al lugar, ubicado en la avenida Corrientes 571, los ladrones fueron directo a la caja fuerte, donde hicieron otro boquete con un soplete en el lateral derecho, para acceder al dinero, explicaron las fuentes a este diario.
Los delincuentes también realizaron un tercer agujero en un sector que comunica la planta baja con el subsuelo, aunque se desconoce con qué intenciones, ya que los propietarios de la entidad cambiaria se negaron a hacer declaraciones. Un empleado de una empresa de seguridad que custodia la galería Vía Florencia, lindera al edificio, escuchó ruidos, pero no hizo la denuncia porque creyó que estaban trabajando albañiles, según señalaron las mismas fuentes.
Los cuatro ladrones huyeron con el dinero y ni siquiera se preocuparon por llevar los sopletes y las herramientas utilizadas para realizar los boquetes. Recién a las 21, el encargado del edificio pudo zafar del encierro y presentó la denuncia a la policía. En la casa de cambio, perteneciente a la empresa Unicam SA, había un sistema de alarmas que no sonó, por lo que se cree que sólo funcionaba en caso de que alguien ingresara desde la vía pública. Ayer a la mañana la empresa ordenó la instalación de cámaras de seguridad y de un circuito cerrado de televisión.
La policía analizaba ayer las huellas dactilares que habían quedado en el lugar. “Dejaron rastros por todos lados”, indicaron fuentes policiales a Página/12. Las investigaciones están a cargo de la comisaría primera de la Policía Federal, que está ubicada a poco más de 100 metros del comercio saqueado, y el fiscal de instrucción Carlos Velarde. Algunos comerciantes de la zona creen que esta banda sería la misma que cometió otros cuatro robos en el barrio en los últimos meses.