El reducidor de autos Jorge Sagorsky fue procesado ayer, acusado de integrar una asociación ilícita relacionada con el robo de vehículos y su comercialización, según lo afirmó la Cámara Federal de San Martín, que señaló como otro integrante de la banda a Martín “El Oso” Peralta, jefe del grupo que secuestró y mató a Axel Blumberg. Con esta vinculación, la Cámara sostiene que Sagorsky no era buche de la Federal –como sostenían desde la fuerza– sino que contaba con protección policial para, al menos, reducir autopartes. Por este motivo, la Justicia también dictó el procesamiento del ex jefe de la Brigada Antisecuestros de la Policía Federal Juan José Schettino y el subcomisario de la Federal Daniel Graviña. La resolución de la Cámara también confirmó la prisión preventiva de casi la totalidad de los detenidos: sólo revocó el procesamiento de la propietaria de la vivienda donde el joven estuvo secuestrado.
De esta forma, la Cámara procesó a los policías por encubrimiento agravado, tras considerar que recibieron información sobre el caso y no la transmitieron inmediatamente al fiscal. En el marco de la investigación, se estableció que Graviña tenía contacto con Sagorsky, a quien Peralta habría intentado vender un Volkswagen Passat blindado robado en el que fue trasladado Axel Blumberg. Sagorsky le había transmitido el dato a Graviña y éste a su vez a Schettino, pero los efectivos lo pusieron en conocimiento del entonces fiscal del caso, Jorge Sica, después de que fuera encontrado el cuerpo de Axel.
En el fallo, los jueces aseguran que Sagorsky era miembro de la banda encabezada por Martín “El Oso” Peralta en la reducción de autos y que en su accionar contaba con la complicidad federal, particularmente de los mismos jefes que habían sido acusados por el fiscal Jorge Sica.
Según había probado Sica, el subcomisario tenía relación asidua con el reducir de autos. Con esa sospecha, le tomó declaración al subcomisario el 8 de abril pasado y el mismo día quedó detenido acusado de encubrimiento. En la Federal afirmaban que Sagorsky era informante del subcomisario, pero la Fiscalía descreía del argumento y reiteraba que el policía tardó en denunciar el delito, lo cual hacía sospechar que protegía al delincuente.
Sin embargo, ocho días después, el juez federal de San Isidro Conrado Bergesio dictó la falta de mérito de Graviña y lo dejó en libertad.
En tanto, Schettino, que era el responsable máximo de combatir los secuestros en Capital Federal, había sido detenido el 15 de abril por orden también de Sica, quien lo acusaba de ocultar información y mentir para encubrir a miembros de la banda que secuestró a Axel. Las acusaciones también afirmaban que la Brigada Antisecuestros había montado una investigación paralela y que tardó seis días en enviar un informe con las pistas del caso. El informe del fiscal denunciaba que el parte de la Federal tenía omisiones y mentiras. “Encubrimiento, omisión de denuncia y falsedad ideológico de instrumento público”, había sido la acusación formal de la fiscalía.
Pero el 22 de abril, nuevamente el juez Bergesio dictó también la falta de mérito y lo dejó en libertad. El por entonces comisario no esquivó a la prensa: “La única lástima que tengo es que las situaciones como ésta traen aparejada una falta de confianza de la sociedad en la policía”, había lamentado.
Ahora, el tribunal consideró probado que la banda que asesinó a Axel fue responsable de los secuestros extorsivos de Víctor Mondino, Guillermo Ortiz de Rosas y Ana María Norman. También revocó el procesamiento de Elena “La Turca” Barroca, dueña de la casa del partido de Moreno en la que los secuestradores mantuvieron cautivo a Axel. Detenida desde abril último, se espera que la mujer sea liberada en las próximas horas.
En la resolución judicial se confirmó que Axel golpeó la puerta de una decena de vecinos tras haber logrado escapar de sus captores, pero como no obtuvo ayuda fue recapturado. La resolución sostiene que sólo uno de los vecinos llamó a la comisaría de Villa Trujuy pero no tuvo respuesta por parte de las autoridades.
La Sala I procesó entre otros a Martín “El Oso” Peralta, considerado cabecilla de la banda que mató a Blumberg el 23 de marzo de este año, una semana después de haberlo secuestrado.