Por R.K.

En el Ministerio de Seguridad bonaerense se le dio, inicialmente, sólo la importancia que podía merecer un anónimo. Sin embargo, con el correr de las horas del lunes, el llamado que denunciaba una reunión de policías para preparar tres atentados –uno de ellos contra el ministro León Arslanian– y la planificación de varios secuestros, fue mereciendo mayor atención. Ayer, a las ocho de la mañana, el viceministro Martín Arias Duval se presentó en la fiscalía Nº 5 de San Isidro, a cargo de Martín Mateo, e hizo la denuncia judicial para que se investigue el anónimo, que además hablaba de lugares, horarios y nombres. Muy poco después –las causalidades también existen– se concretó el primer secuestro extorsivo, de envergadura, de los últimos dos meses.
El llamado anónimo entró a las 9.15 de la mañana del lunes a la línea 0800-2222-422, que es el número instalado en la zona de San Isidro para las denuncias y las urgencias. La voz dijo ser un oficial de la zona de Vicente López y denunció una supuesta reunión “convocada por el comisario mayor Rubén Cabrera, en la que habrían participado, además del nombrado, los comisarios Reinaldo Kemerer, Miguel Provenzano y Fernando Lentini” y tres oficiales inspectores, según el texto de la denuncia al que accedió este diario. Además, en el encuentro habrían participado dos ex convictos de apellidos Ojeda y Villalba.
La voz en el teléfono mencionó que debido a los operativos que se realizan en la zona de San Isidro y a los obstáculos que se encuentran para el negocio de la droga, se prepararían atentados contra Arslanian, el viceministro Arias Duval y el camarista de San Isidro, Fernando Maroto. El encuentro conspirativo se habría concretado “en la Jefatura Departamental San Isidro” y, según la denuncia, uno de los oficiales se reuniría con los ex convictos en el restaurante Don Mario, en Italia y Solís, San Isidro.
Pese a que se trataba de un anónimo, en la noche del lunes las autoridades del Ministerio resolvieron hacer la denuncia judicial, por cuanto el llamado contenía varios datos concretos. Por ello, Arias Duval se presentó en la fiscalía de Mateo, secretaría Saint Martin, entregando la transcripción de la llamada para que se haga la investigación correspondiente.
En La Plata dicen que no creen en brujas, que el secuestro de ayer de Patricia Nine en Moreno casi seguro que no tiene relación con el anónimo, pero tampoco querían dejar un cable suelto. Hasta el momento, ha sido casi una tradición que ante depuraciones de la fuerza, pases a retiro o medidas de control sobre los uniformados, la respuesta llegó en forma de hechos conmocionantes: a veces secuestros, a veces profanaciones de cementerios judíos y no faltó tampoco algún asesinato. En las últimas semanas ya se venía mencionando una notoria baja en los hechos de alto impacto, lo que les daba cierta tranquilidad a los gobiernos nacional y provincial, y al ministro Arslanian. Todos igualmente tenían in mente que un episodio que provocara conmoción se podía producir en cualquier momento, lo que derivaría, de hecho, en la ruptura mayor o menor de lo que en la Casa Rosada y en La Plata se evaluaba como “la situación de tranquilidad política” de las semanas recientes. Más allá de teorías conspirativas, anoche había coincidencias en que, igualmente, la clave está en que se solucione bien el secuestro de Moreno.