“Si no distinguimos la pena de un delito de lesiones de la que corresponde a un homicidio, lejos de disuadir al que comete lesiones, estaremos incitando a que se cometan homicidios.” La frase corresponde a los fundamentos que divulgó ayer el Tribunal Oral Federal Nº 1 que condenó a los integrantes de la denominada “Banda de los Patovicas” por el secuestro de Ariel Strajman. Mientras que la querella había pedido penas de hasta 37 años y medio de prisión, el Tribunal aplicó entre 3 y 22 años de cárcel para los acusados. Los jueces cuestionaron además la reciente sanción de la ley promovida por Juan Carlos Blumberg, que eleva el máximo de penas a 50 años de prisión.
El Tribunal consideró que los acusados no recibieron penas mayores a los 25 años de prisión –tal como lo había solicitado la querella– debido a que ello implicaría la aplicación de leyes como la de Defensa de la Democracia, que no es aplicable en este caso. La querella había pedido penas superiores a los 25 años de máxima que estipula el Código Penal por el supuesto “odio racial” que habrían practicado los secuestradores en el momento de cortar un dedo de la mano a Strajman. Para el Tribunal no sólo el “odio racial” no fue el motor de la mutilación, sino que además le advirtió a la querella que si insiste con esa figura se le podría reducir la pena dictada a los condenados.
Entre los fundamentos que elaboraron los jueces Mariano Costa, Martín Federico y Jorge Gettas no se consideró que el grupo de secuestradores fuera una asociación ilícita –como sostuvo la querella– debido a que no se pudo probar la unión de voluntades de sus integrantes para conformarse como tal. El fallo también incluyó una velada crítica a la prensa, que “bate el parche sobre algunos aspectos y/o casos, actitud que por cierto no contribuye a la deseada paz y todavía menos al equilibrio”.