SOCIEDAD
› RELEVAMIENTO EN ESCUELAS PORTEÑAS
A cambiar los vidrios
A fin de evitar accidentes como el que en septiembre le costara la vida a Amparo Alfonsín –la nieta del ex presidente de la Nación–, la Secretaría de Educación porteña lanzó ayer un programa de relevamiento y sustitución de vidrios para las 670 escuelas públicas de todos los niveles educativos que funcionan en la ciudad. El director general de Infraestructura Escolar porteña, Luis Rey, explicó a Página/12 que el trabajo “implicará un desembolso de 4 millones de pesos por parte del gobierno porteño, independientemente de lo que podrían aportar las cooperadoras escolares”. La cantidad de vidrios que se prevé reemplazar es de, “aproximadamente, 167 mil metros cuadrados”. Como la medida alcanza sólo a los establecimientos públicos, las instituciones privadas fueron invitadas a realizar una actividad similar.
El relevamiento empezará este mismo mes con el objetivo de que el ciclo lectivo 2005 comience con la sustitución del 50 por ciento de los vidrios que están ubicados en lugares de mayor riesgo. Para eso se pautaron dos etapas. En la primera de ellas se controlará el estado de los que están instalados en puertas, ventanas y divisiones de ambientes, a menos de dos metros de altura, y luego se establecerá el grado de prioridad de cada institución. En la segunda se cambiarán los restantes.
“Todas las escuelas serán visitadas pero se dará prioridad a aquellas donde se corran mayores riesgos. La idea es prevenir, y es más probable que un accidente ocurra en una escuela del nivel inicial, primario o medio que en una de adultos”, argumentó Rey, para dejar en claro cuáles serán las prioridades del equipo de trabajo integrado por delegados distritales especializados en construcción, y por profesionales y estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
La medida se enmarca en el cumplimiento de la ley 962/2003, que indica que las escuelas construidas con posterioridad a su sanción deberán tener vidrios especiales, que tienen un film de PVB (Polivinil Butidal) a fin de que si se rompen no se desprendan sus fragmentos. Algunos de los paños vidriados que se reemplazarán en el marco de este programa serán de esta tipología, aunque la norma no lo exija. “No estamos obligados a adecuarnos a la ley con retroactividad, pero independientemente de la cuestión normativa, está el criterio de seguridad”, concluyó Rey.