Jue 14.10.2004

SOCIEDAD

La primera casa inteligente que se controla desde un celular

Una casa inteligente donde las instalaciones se controlan desde un celular. Conecta alarmas, prende el horno, cierra cortinas, enciende el equipo de audio. La idea es presentada como un mero confort o como ayuda para las necesidades de discapacitados.

¿En qué se relacionan una casa con un teléfono celular? Esta pregunta bien podría ser el disparador de algún chiste. Pero no. Hay una relación casi directa entre el aumento del consumo de telefonía móvil y la búsqueda de un mayor confort para aquellas personas que pueden soñar con tener una “casa inteligente”. La combinatoria fue hecha en la Argentina y su resultado fue la primera casa inteligente del país que se maneja desde un celular. Con este avance, quien posea un hogar operado por domótica –el conjunto de sistemas que automatizan las instalaciones de una vivienda– podrá encender las alarmas, prender el fuego del horno de la cocina, cerrar las cortinas de la ventana, encender el equipo de audio o revisar el sistema de cámaras de seguridad en la pantalla de su celular –como si éste fuera un control remoto– desde cualquier lugar del país o del mundo donde se encuentre.
La idea fue puesta en marcha por O+Z, el vanguardista estudio de arquitectura que expone la novedad en Casa FOA –la muestra que hasta diciembre se desarrolla en un sector del Hipódromo de San Isidro– y es el único prototipo de un edificio de estas características que existe en el país. “El modelo fue tomado de proyectos similares elaborados en Estados Unidos y España, pero que también existe en algunos países” desarrollados de Europa y América, explicó a Página/12 Máximo Sanguinetti, consultor tecnológico de O+Z.
En la Argentina de la crisis, el desempleo y la inseguridad son contadas las moradas de este tipo. La domótica brinda un amplio abanico de posibilidades que van desde el mero aumento de comodidades para satisfacer momentos de ocio, hasta cubrir las necesidades de las personas que tienen algún tipo de invalidez. En este último caso, la tecnología apunta a mejorar la motricidad de aquellos que en muchas ocasiones, a fuerza de ser autodidactas, diseñan sus propias casas inteligentes y las controlan desde sus computadoras adaptadas especialmente para ejecutar funciones mediante el reconocimiento de voz.
Especialistas de instituciones ligadas a la construcción consultados por este diario admitieron desconocer la cantidad exacta de viviendas automatizadas en la Argentina. Pero según Sanguinetti existen “poco menos de cien”, y esto se debe al alto valor de la tecnología que se necesita para instalarla como tal. No obstante, “hoy es imposible imaginar una casa sin tecnología”, opinó Martín Zanotti, arquitecto del proyecto y uno de los propietarios de O+Z, quien a la hora de dar los motivos que lo impulsaron a la construcción del modelo que se expone en el sector Espacio adelante, de Casa FOA, reconoció que la intención de su equipo de profesionales fue construir “una casa del futuro, pero no futurista, porque esta idea no nos representa estéticamente y porque la gente no nos lo pide”.
Los profesionales tardaron seis meses en armar el diseño. La “gran mayoría” de los materiales con que está construido son nacionales, pero el equipamiento de los cuatro ambientes –una cocina con comedor, una sala de estar, un dormitorio y un baño, que ocupan unos 300 metros cuadrados– es italiano. El procesador necesario para este prototipo argentino fue aportado por Movicom Bellsouth. Y puede adaptarse tanto a los edificios construidos especialmente con ese objeto como a aquellos que ya existen y desean ser readaptados.
El encendido de artefactos electrodomésticos, luces y algunas otras comodidades puede ejecutarse a través de un teléfono celular de tercera generación. Pero además de contar con ese artefacto, es necesaria una unidad de control principal que recibe las órdenes dadas por vía telefónica, sobre la cual recae el sistema de cableado distribuido por toda la vivienda y cuyos valores –aunque no fueron especificados– no estarían fácilmente al alcance de los 28 de cada 100 argentinos que tienen un celular; salvo dos potenciales compradores que visitaron la muestra, se contactaron con los arquitectos y les pidieron la elaboración de dos proyectos similares.
Además del control de los sensores que alertan sobre la presencia de intrusos o el encendido de la calefacción, el equipamiento prevé algunas acciones especialmente diseñadas para personas con distintas discapacidades; uno de ellos son sintetizadores que convierten textos en mensajes de voz, que activan algunas de las funciones del inmueble.
Para tener una idea del costo de alguno de los productos que están incluidos en una casa inteligente “tipo” puede darse el precio de un baño expuesto en una muestra anterior a FOA y cuya grifería se acciona con el tono de voz, que tiene sensores que determinan la temperatura del agua, reproductores de CD y DVD y una pantalla digital que muestra la vestimenta del guardarropas: 20 mil pesos, sólo para bañarse.

Informe: Adrián Figueroa Díaz

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