SOCIEDAD
› UNA BANDA QUE SE OLVIDO A UNA DE SUS VICTIMAS
Otro rapto, en la Costanera
Un joven y tres niños fueron las nuevas víctimas de un frustrado secuestro express a cargo de cinco jóvenes que dejaron fuertes evidencias de que contaban con escasa o ninguna experiencia previa en el rubro. El hecho ocurrió mientras Eric Perucci, de 23 años, viajaba en su camioneta con tres hermanos de su novia –una de 14 años, otro de 4 y una beba de un año y medio– por la zona de la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires. Perucci se detuvo en un semáforo cuando cuatro personas lo encañonaron y subieron a su auto, mientras obligaban a los dos más chicos a subir a otro vehículo. Entre vértigos y nervios, los secuestradores se olvidaron de la chica de 14, que avisó a la policía. Finalmente, uno de los de la banda –de 15 años y un arma de aire comprimido– fue detenido.
El joven y los niños fueron secuestrados alrededor de las 21 del miércoles, a la altura del Club de Pescadores, cerca del aeroparque metropolitano. Cuando los delincuentes interceptaron la camioneta, bajaron a los niños y metieron a los dos más chicos en un Ford Orion. Con ellos subieron tres de la banda (una mujer y dos muchachos). Lo insólito de esta maniobra fue que la más grande quedó afuera “porque no daba la capacidad del vehículo para tanta gente”, según afirmó el titular de la Subjefatura Departamental de Lanús, Ramón Rodríguez. Un remisero de la zona vio la situación, se acercó a socorrer a la chica y alertó a la policía. Dos ladrones llevaron a Perucci a un cajero automático y lo obligaron a sacar todo el dinero de su cuenta. En tanto que los otros tres se dirigieron con los dos chiquitos a Villa Tranquila.
“Si nos pasa algo, si no volvemos, no ves más a las pibas”, amenazaron. Luego de vaciarle la cuenta condujeron al joven a su domicilio. Este, pese a la presión de las escenas que lo tenía como protagonista, decidió dirigirse a la casa de su novia, ubicada en Alvear al 1700 de Banfield, porque en una de las esquinas hay una garita de seguridad que pudiera advertir la situación. Según aseguró Eric, cuando se aproximaba a la garita hizo señas de luces al guardia de vigilancia, pero éste no lo habría advertido por estar dormido. Llegaron a la vivienda y uno de los raptores quedó allí a fin de desvalijarla. Perucci siguió con su captor hasta que la policía de la Comisaría 2ª de Lomas de Zamora, alertada por la Policía Federal a través de la joven que había quedado en el aeroparque, interceptó la camioneta.
“Che, flaco, tirá el arma porque nos van a matar a todos”, sugirió Perucci a su secuestrador y éste arrojó la pistola en un volquete. Los agentes abordaron la camioneta, apresaron a sus dos ocupantes y luego comprendieron que uno era víctima y el otro victimario. Este último era un chico de 15 años. El arma: una pistola símil 9 milímetros que dispara proyectiles con aire comprimido.
El ladrón que había quedado en la casa huyó. Los que tenían secuestradas a las dos niñas en Villa Tranquila se vieron amenazados por el amplio operativo de la Bonaerense –que desplegó varias decenas de sus móviles y un helicóptero–, desistieron de seguir adelante y fugaron. Las niñas fueron encontradas caminando entre los laberínticos pasillos de la villa. Perucci contó que cuando se encontró con ellos “lloraban mucho y mientras íbamos a la comisaría le pregunté al mayor qué había pasado y me contó que lo trataron bien”. Al recordar el momento en que era “paseado”, comentó que sus captores eran “macanudísimos, nos tratábamos como si fuéramos amigos”.
Informe: Adrián Figueroa Díaz.