SOCIEDAD
› LOS CHICOS QUE SALVARON UNA CASA JUNTANDO CARTON
Con papel contra el remate
Cientos de alumnos de entre 5 y 17 años juntaron 4 mil kilos de cartón y con el dinero recaudado evitaron el remate de la vivienda de un anciano de Rosario, en Santa Fe. El Concejo Municipal local otorgó el lunes pasado un diploma de honor y una donación de libros a los estudiantes y docentes del Colegio Parroquial Stella Maris, en reconocimiento al gesto solidario. Durante la entrega de la mención también estuvo presente Armando Quiroga, de 76 años, quien con lágrimas en los ojos agradeció a todos los que participaron en la ayuda.
Durante tres semanas, desde el 17 de agosto pasado, los alumnos llenaron de cartones los pasillos de la escuela. En ese lapso, la tarea consistió en juntar cartones y practicar matemática: sumar y sumar la mayor cantidad de cartones era la meta para salvar la casa de Armando. El compromiso fue asumido por estudiantes y no tardó en atrapar el interés de vecinos, padres y docentes. El resultado: 4 mil kilos cuya venta dejó 1300 pesos. Ese dinero más donaciones de padres completaron los 3 mil pesos que Armando necesitaba para frenar el remate.
“Todo nació el 17 de agosto último, cuando en una clase con los chicos evocamos las acciones del general José de San Martín y destacamos que no sólo liberó a países sino también a la gente”, dijo el maestro Miguel Faes, al frente de la clase de los chicos solidarios. “Tratamos de salir de la superficialidad y les comentamos que nuestros próceres no vivieron en épocas de abundancia, pero sí con solidaridad, una de sus virtudes sobresalientes, algo que sería muy bueno aplicarlo en nuestros días”, añadió Faes, de 35 años.
Faes es maestro de Ciencias Sociales y de Formación Religiosa en el nivel secundario del Colegio Parroquial Stella Maris, ubicado en el residencial barrio de Fisherton. “Estábamos trabajando sobre cómo aplicar el Evangelio a la sociedad. En ese marco, se realizó la acción”, detalló el docente. El maestro siempre veía a Armando que iba en un carro recolectando cartones por toda la ciudad. Ese mismo 17 de agosto, los alumnos recordaron haber visto a un anciano llorar en la calle porque su casa iba a ser rematada. Se trataba de Armando.
El hombre vive con Celestina, su esposa también de 76 años, en una casa de material con el techo roto por donde se filtra el agua cuando llueve. La espada que pesaba sobre la casa era por deudas a Aguas Provinciales y a otros organismos municipales. “Armando nació en la ciudad cordobesa de Dolores. Trabajó en las cosechas de uvas por San Juan, como changarín golondrina, hasta que recaló aquí y se empleó en la industria hasta jubilarse”, contó Faes. “Cuando Armando comprobó que con la jubilación mínima no podría vivir –afirmó Faes–, se armó un carro y salió a juntar cartones, una tarea que realiza desde hace muchos años”.
“Estamos contentos porque Armando no perdió su casa. Pero nos preocupa la cantidad de Armandos que hay en todo el país”, dijo el docente. La titular de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal, Patricia Lagarrigue, propuso distinguir a alumnos y docentes con un diploma de honor. En el acto, el titular del ente legislativo, Agustín Rossi, valoró el “compromiso de los alumnos al trabajar cooperativa y solidariamente”.
Informe: Silvia Marchant.