SOCIEDAD
Una empresa de Estados Unidos que clona mascotas por 50 mil dólares
Ya tiene clonado un gato. Y recibió cinco pedidos para este año. También clonará perros a partir de 2005. El laboratorio asegura que nacen normales y sanos. Si no, devuelve la plata.
Por Sandro Pozzi *
Desde Nueva York
El Madison Square Garden de Nueva York se llenó de gatos el pasado fin de semana. Más de 350 mascotas felinas de 40 razas diferentes. Llegaron a la Gran Manzana para participar en la competición anual de belleza que organiza la Cat Fanciers Association. Pero la atención de este certamen no estuvo centrada en la extravagancia de los animales que competían o de sus dueños, sino en dos gatitos de apenas cuatro meses de edad, Tabouli y Baba Ganoush, completamente idénticos. Eran tan iguales que resultaba prácticamente imposible distinguirlos físicamente el uno del otro. Hay truco. Son dos gatos clonados, duplicados de Tahini, la gata donante. Y lo más exótico es que se venden.
Genetic Savings and Clone (GSC), la compañía que clona las mascotas en Estados Unidos, con sede en California, ofrece dos servicios comerciales a los clientes con los que hace un claro desafío a la naturaleza. El primer negocio del laboratorio consiste en clonar los gatos por un precio de 50.000 dólares (40.700 euros). Con el segundo ofrece la posibilidad de congelar o criogenizar los genes de los animales, para que puedan ser resucitados en un futuro por sus dueños, a un precio que oscila entre 295 y 1395 dólares.
Ben Carlson, portavoz de este laboratorio genético, reconoce que el precio para la clonación de las mascotas “es muy elevado” en este momento. “Al final pasará como con los televisores de plasma y bajará cuando seamos capaces de realizar el proceso con más eficiencia”, precisa. Este año, la compañía tiene previsto realizar un total de nueve operaciones de clonación. Tres de ellas se han hecho ya con gatos de empleados de la empresa, “para probar que gozan de buena salud”. Cinco de las seis clonaciones planeadas están adjudicadas ya a clientes con el bolsillo lo suficientemente grande como para hacer tal desembolso, a quienes les entregarán sus gatos a final de año, cuando terminen los embarazos. Y una sexta posibilidad sigue abierta.
Los primeros dos gatitos clonados por GSC, Tabouli y Baba Ganoush, nacieron los pasados 10 y 12 de junio. La madre donante, Tahini, de un año de edad, es la mascota del hijo del consejero delegado del laboratorio, Lou Hawthorne. Los felinos duplicados fueron gestados por dos gatas diferentes. Para garantizar la salud de los animales, GSC utiliza una nueva tecnología para la clonación que denomina “transferencia de cromatina”. “Los gatos que nacen son normales y sanos”, asegura Carlson, “si no, le devolvemos su dinero”.
Lo único que no garantizan los creadores es que los gatos clonados vayan a tener la misma personalidad que las mascotas originales, aunque aseguran que su comportamiento y el temperamento pueden ser similares. “Clonar, básicamente, es crear un gemelo idéntico después del nacimiento. Por eso se puede esperar que haya características parecidas a las del gato donante, porque los genes influyen en el comportamiento”, explica, mientras reitera que “será una mascota única, porque no se pueden clonar la memoria ni la mente. Mucha gente tiene confusión con esto”.
El servicio comercial de clonación se lanzó el pasado mes de febrero sólo con gatos. Y a partir de la experiencia se plantean lanzar el mismo negocio con perros a lo largo de 2005, que era lo que estaba en la visión original de Lou Hawthorne. El dueño del laboratorio comenta que se le ocurrió la idea de clonar el perro de un amigo en 1997, después de ver a la oveja Dolly. Pero puntualiza que la transferencia genética en los caninos es un proceso mucho más difícil que en los felinos.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.