SOCIEDAD
› EL VATICANO PROPONE CASTIDAD A LOS HOMOSEXUALES
Cruzada contra las bodas gays
El Vaticano salió ayer al cruce de los avances que, en materia de derechos civiles, está alcanzando la comunidad gay en distintos países: a través de un documento doctrinario, rechazó con firmeza el matrimonio entre homosexuales, animó a éstos a vivir en castidad y pidió a los estados que no coloquen esos matrimonios en el mismo plano jurídico que la familia. También reiteró el derecho de los niños a vivir en una familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Así lo recoge en el nuevo Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, presentado ayer por el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, y en que se condena también el aborto, se rechazan las parejas de hecho.
El Compendio, de 500 páginas, dedica un amplio capítulo a la familia, a la que denomina célula básica de la sociedad, y en el que resalta el valor del matrimonio entre un hombre y una mujer “dirigido a la procreación y a la educación de los hijos”. Según el Vaticano, “ningún poder” puede abolir el derecho natural del matrimonio “ni modificar sus características y la finalidad”.
Al respecto, el texto analiza las uniones de hecho y las de homosexuales y afirma que las primeras se basan en una falsa concepción de la libertad de elección de los individuos. Según la Iglesia, el matrimonio no es un simple pacto privado de convivencia y la equiparación legislativa entre la familia y las uniones de hecho supone “desacreditar” a la familia, “que no se puede realizar en una precaria relación entre personas”.
Sobre las parejas de homosexuales, el Vaticano afirma que es “incongruente” atribuir una realidad conyugal a la unión entre personas del mismo sexo y subraya que la misión principal del matrimonio es la de transmitir la vida, “según el proyecto de Dios”, y que ello sólo se logra con la unión de dos personas de distinto sexo.
“El homosexual tiene que ser plenamente respetado en su dignidad y animado a ejercer la castidad. El respeto que se les debe tener no significa legitimar comportamientos no conformes a la ley moral y mucho menos significa que haya que reconocer el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, equiparándole a la familia”, precisa el documento.
El Compendio va por más y agrega que, si desde el punto de vista legal el matrimonio entre dos personas de diferente sexo “sólo es considerado como un matrimonio más”, el concepto del matrimonio sufriría un cambio radical, con grave detrimento del bien común. “Poniendo la unión homosexual en un plano jurídico análogo al del matrimonio o de la familia, el Estado actúa de manera arbitraria y entra en contradicción con sus deberes”, precisa el texto.
El Vaticano pide a la comunidad civil no permanecer “indiferente” ante las tendencias disgregadoras de la familia y pide a los estados que defiendan el matrimonio entre un hombre y una mujer “como única forma auténtica de familia”. El documento considera a la familia “santuario de la vida” y, tras insistir en que el matrimonio tiene que estar abierto a la procreación responsable, condena la esterilización y el aborto, al que denomina “abominable delito” y “desorden moral grave”. También rechaza los medios anticonceptivos y la clonación humana y advierte, respecto a técnicas de fecundación, que no todas son aceptables.
El Vaticano reitera el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Sobre los niños, resalta el derecho que tienen a “nacer en una verdadera familia”, un respeto que –sostiene– siempre ha sido problemático y que conoce nuevas formas de violaciones”.
Para el Vaticano el divorcio es una “verdadera plaga social”. De todas formas la Iglesia, según destaca el texto, no abandona a sus hijos divorciados y que se han vuelto a casar. Sin embargo, reitera que sólo podrán comulgar “los arrepentidos que estén sinceramente dispuestos a una forma de vida que no esté en contradicción con la indisolubilidad del matrimonio”.