SOCIEDAD
› EL INCREIBLE ARMAMENTO QUE TENIA LA BANDA QUE SECUESTRO A PATRICIA NINE
Un poder de fuego de máximo nivel
Son armas modernísimas y caras. Por su precio, algunas sólo las usan las fuerzas de seguridad alemanas. No está claro si fueron compradas (o robadas) aquí o en el exterior. Los expertos coinciden en que la banda debe tener un cerebro que no está preso.
› Por Raúl Kollmann
A la banda que secuestró a Patricia Nine se le encontraron dos pistolas Sig Sauer, suizas, que valen al público unos 1100 dólares cada una; una Glock P226 nueve milímetros, 800 dólares; una Heckler und Koch USP, calibre 40, 1300 dólares; un revólver Magnum .357 que, según la marca, está entre 300 y mil dólares, un fusil FAL de aproximadamente mil pesos y dos ametralladoras Star, modelo Z84, difíciles de conseguir en el país, pero que valen aproximadamente 1200 dólares cada una. A esto hay que agregarle otras cuatro pistolas sin identificar y numerosos chalecos antibalas. Cinco especialistas consultados por Página/12 –tres criminalistas, un experto en armas y un ex jefe policial de investigaciones– coincidieron en que se trata de armamento del máximo nivel y que denotan una estructura muy importante de la banda. Entre ellos, discrepan si las armas se compraron aquí, en el mercado negro, o en Paraguay, pero los tres criminalistas que emitieron opinión señalaron que, por lo que se ve en el armamento, la organización tiene un cerebro que seguramente no está preso. Incluso alguno arriesga a decir que, por la logística, la inteligencia y la planificación de los hechos en que actuó la banda, ese cerebro en algún momento vistió uniforme.
“Estamos hablando de armamento de primer nivel –explicó el ex titular de la División Científica de la Policía Federal, Raúl Torre–. Armas finísimas, de las más buscadas por tiradores sofisticados. Si no son robadas, cosa que debe verse en el análisis de la numeración, es una inversión muy importante y, por lo tanto, estamos hablando de una estructura económica grande, muy grande. Para darle una idea, la pistola Heckler und Koch es tan cara que sólo la usan las fuerzas de seguridad alemanas. Las otras las usa el FBI o las policías norteamericanas. Desde ya que no es una banda de perejiles. Y aunque las armas fueran robadas, en el mercado negro también son caras. No valen tantos miles de dólares, pero cuestan mucho más que un arma ordinaria. Por eso digo que no son perejiles.”
Según sostienen los investigadores, parte de las armas tienen la numeración limada, pero hay varias en que los números están intactos. El fusil FAL, por ejemplo, no tiene la numeración limada y trascendió que en algunas de las armas más caras tampoco hay limado. Esto significa que en el arsenal de la banda hay parte robada y parte comprada, no queda claro si en el país.
El experto en armamento Alberto Hart fue quien evaluó el costo de lo secuestrado a la banda y sostuvo que “hay bandas que podrían llegar a hacer la misma operación de secuestro con armas que valen 300 dólares o menos cada una. Las ametralladoras españolas Z84 fueron fabricadas por una empresa que cerró en el año ’93. Nunca se comercializó esa arma en la Argentina, aunque puede haber algunas dando vueltas en el mercado negro. De todas maneras, es muy posible, pero muy posible, que la compra del armamento se haya hecho en el exterior. A primera vista, la organización tiene apoyo desde otro país”.
Un ex jefe de investigaciones de la Policía Bonaerense, que conoce al máximo el submundo de las bandas, hizo el siguiente diagnóstico: “Casi seguro esas armas fueron entradas desde Paraguay. Allá se paga menos y aquí en el mercado negro no son tan fáciles de conseguir. Si la banda, como parece, es muy sofisticada, no corre el riesgo de que un buchón policial cuente que han comprado armas de semejante nivel en el mercado negro. ¿Cómo se entran desde Paraguay? Las meten los paseros. Yo diría, además, que hay integrantes paraguayos en esa banda, como ya se ha visto con la detención de Cristian Carro Córdoba. También percibo que es una organización que no se dedica sólo a secuestros, seguro que tienen que ver con narcotráfico, y por eso tienen semejante poder de compra. Indudablemente, invierten mucho en infraestructura. Con todos estos elementos y otros que conozco, tengo toda la impresión de que la cabeza de la banda no está presa: Carro Córdoba es un hombre de acción, pero no el que piensa. Por eso creo que quienes están detrás de esta organización pueden rearmar la banda. Si se sigue el hilo del negociador, al que le dicen El Gangoso, esta gente secuestró a Leopoldo Andrada y a Mirta Fernández. Se han metido con personas relacionadas con el juego clandestino y la droga. ¿Cuántos de ese ambiente hacen la denuncia? Muy pocos. Por lo cual supongo que deben haber perpetrado otros secuestros que nunca se conocieron e invirtieron en armamento”.
“Son armas demasiado buenas para un grupo cualquiera –le dijo a Página/12 uno de los peritos de mayor experiencia de la Gendarmería–. No ha habido en la Argentina ninguna banda de secuestradores con semejante tecnología. Son las mejores armas que existen y es muy raro que estén en poder de delincuentes comunes. Da la idea de una banda que está armada muy logísticamente porque otras usan 9 milímetros o calibre 11.25. A lo sumo fusil FAL. Se pudo comprar en Argentina, porque hay muchas armas ilegales dando vuelta. Tal vez sea más fácil esa solución que pasarlas por la frontera. De todas maneras hay un ir y venir: en las favelas brasileñas se han encontrado muchísimas armas argentinas.”
“El armamento me sugiere que detrás de esta banda hay que gente de más peso –analiza Osvaldo Laborda, criminalista y comandante retirado de Gendarmería–. Tuvieron muy buena logística, muy buena inteligencia, autos adecuados, una casa que fue segura durante tres semanas. Hace tiempo que se viene hablando de una organización de ese tipo en la zona del Camino del Buen Ayre. Y el estilo de planeamiento me hace pensar en que alguno de los cerebros tiene experiencia militar o en una fuerza de seguridad.”
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