Sólo fue apretar un botón equivocado, pero el susto fue mayúsculo: el aeropuerto internacional de Ezeiza permaneció cerrado ayer durante 45 minutos a raíz de una alarma que indicaba que un avión procedente de Brasil había sido secuestrado. El desmadre en el aeropuerto se sumó al cierre parcial que ya había sufrido a la mañana por la intensa niebla que cubría la zona.
El episodio de la alarma empezó minutos antes de las 12, cuando los radares de Ezeiza detectaron un código de alerta por secuestro que partía de un Airbus 320 de la empresa Tam que se aproximaba al aeropuerto de Ezeiza para aterrizar.
A raíz del alerta, la Policía Aeronáutica Nacional (PAN) desplegó un operativo especial de seguridad para casos de estas características. Desde la torre de control se le indicó al piloto de la aeronave que tras el aterrizaje debía conducir el avión hasta un sector alejado de la terminal aérea. Una vez en tierra, el piloto llevó al avión efectivamente a ese lugar, pero allí se sorprendió al ver que lo empezaban a rodear decenas de efectivos de la PAN.
Entonces, los policías tomaron contacto con el comandante y le explicaron que el operativo se había montado porque desde el vuelo se había accionado un código denominado “interferencia ilícita”. En ese contacto, el comandante se dio cuenta de que había activado el código por error. Y todos evidenciaron que se trataba de una falsa alarma.
“El comandante reconoció el error, pero igual se les dio intervención en el caso a autoridades aeronáuticas para determinar si cabe sanción, y se inició una causa en el Juzgado en lo Federal 1 de Lomas de Zamora”, precisó el jefe de prensa de la Fuerza Aérea, Guillermo Losada.
Losada relató además que no hizo falta la evacuación de la aeronave, y que los pasajeros descendieron luego de terminado el incidente. Una vez concluido el episodio, el aeropuerto, que había cesado en sus funciones a las 12.05, regularizó su situación a las 12.50.
“El pasaje descendió de manera normal y nunca supo lo que estaba pasando. Sólo sufrió una demora”, indicó el comandante mayor de la PAN, Marcelo Balizanti.