Mar 02.11.2004

SOCIEDAD

Las policías Distrital y Comunal tuvieron ayer su orden de largada

@El único detenido por el secuestro de Florencia Macri, Martín Zidar, se declaró inocente e involucró en ese hecho a una de las personas detenidas recientemente por el caso de Patricia Nine. Zidar realizó su exposición a puertas cerradas y sin la presencia de periodistas por “razones de seguridad y para evitar que la difusión de sus dichos influyera negativamente en la marcha de la investigación”, argumentaron los abogados defensores.
La declaración, que duró media hora, “defraudó las expectativas” del Tribunal Oral Nº 16 porque no habría ofrecido datos contundentes para la resolución de la causa, según una fuente de la cámara. El procesado habló escoltado por la Policía Federal –y no la Prefectura, en cuyas dependencias se encuentra detenido– porque le inquietaba la posibilidad de que sus dichos llegaran a oídos de sus compañeros presos, que podrían tomar represalias acordes a los códigos carcelarios.
Zidar es considerado la voz que llevó las negociaciones con la familia Macri durante el secuestro, que se extendió entre el 29 de abril y el 5 de mayo de 2003. Por Florencia, raptada a la salida de la Universidad del Cine, de San Telmo, pagaron un rescate de 755 mil dólares, la mitad del millón y medio pedido en un primer momento por su liberación.

La Policía Distrital pasó de proyecto a los hechos cuando ayer el gobernador bonaerense, Felipe Solá, puso en funciones a los primeros cinco jefes distritales correspondientes a cinco partidos de la Zona Norte: Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre y Pilar. También ayer, en Tres Arroyos, se puso en funcionamiento a la Policía Comunal –otra de las patas de la nueva estructura policial– de 26 municipios. El jefe de la Comunal será votado por los vecinos desde 2007. El de la Distrital será designado por el Ministerio de Seguridad, pero se supone que tendrá el contralor de los foros y de la futura figura del comisionado civil, surgido de elecciones. La nueva estructura busca mayor control sobre la eficiencia, desburocratizar la capacidad operativa y, especialmente, intentar un primer acercamiento a algo que se parezca a la credibilidad social. El caso Nine podría ser una primera y vaga sombra en ese sentido.
La Municipalidad de Pilar fue el escenario para el lanzamiento oficial de la Distrital. La información ya había sido anticipada por Página/12 el último lunes de octubre, en una nota en la que se detallaban las características de la nueva estructura para los municipios de más de 70 mil habitantes. Además de Solá, en el acto participaron la vicegobernadora Graciela Giannettasio, y los ministros de Seguridad y Gobierno, León Arslanian y Florencio Randazzo, además de los intendentes de los cinco partidos de la Zona Norte que recibieron la nueva estructura orgánica policial: Humberto Zuccaro, de Pilar; Ricardo Ubieto, de Tigre; Gerardo Amieiro, de San Fernando; Gustavo Posse, de San Isidro; y Enrique García, de Vicente López.
Durante el acto fueron puestos en funciones los jefes distritales de los cinco municipios: Juan Carlos Torres; Carmelo Paoletta; Mateo Celestino Barragán; José María Arribas y Armando Luongo, respectivamente. Por la tarde, el escenario se trasladó a Tres Arroyos, donde formalmente se puso en funciones a la Policía Comunal de 26 distritos.
La densidad de población y el diferente perfil delictivo que se genera en las zonas urbanas y en las rurales son, a grandes rasgos, los dos ejes que diferencian la necesidad de una u otra policía. A partir de ellos, surgen las principales líneas que las caracterizan:
- Municipios: la Distrital, en los de más de 70 mil habitantes. La Comunal en los de 70 mil o menos.
- Designación de Jefatura: el jefe de la Distrital es elegido por el ministerio. El de la Comunal será elegido por el voto de los vecinos, a partir de 2007. Hasta esa fecha, los jefes de la Comunal son elegidos interinamente por el Ministerio de Seguridad.
- Referente civil: en la Distrital, se analiza la incorporación de una figura semejante al Comisionado Civil de Estados Unidos, que tiene un cargo electivo civil y que supervisa la actuación policial. En la Comunal, el referente es el intendente, a quien responde el jefe policial comunal.
- Adhesión: los intendentes de partidos con 70 mil o menos habitantes pueden adherir o no a la Policía Comunal. La adhesión deberá ser convalidada por el Concejo Deliberante local. El caso del Partido de la Costa es un ejemplo: el intendente lo aprobó y el Concejo vetó la adhesión. En esos casos, se pondrá en funcionamiento un modelo semejante a la Distrital, sin votación de los habitantes. Ayer, en Tres Arroyos, fueron puestas en funcionamiento 26 policías comunales de 26 partidos, mientras que en otros 24 se aguarda la decisión del Concejo Deliberante.
- Fuerzas: Ambas controlarán las comisarías de su jurisdicción. En la Distrital, los Comandos de Patrulla desaparecerán para transformarse en patrullas de comisarías. La Distrital también absorberá grupos como Marea Azul, Prevención Urbana y demás. En los ámbitos rurales (Comunal) estas fuerzas no existían.
- Departamental: las jurisdicciones de la Distrital como de la Comunal son municipales. O sea, sus jefes, son jefes de policía municipal en el sentido geográfico. Las departamentales, cuyas jurisdicciones coinciden con las jurisdicciones de la Justicia penal, seguirán funcionando comocoordinadores entre la jefatura de cada municipio y el ministerio. Habrá departamentales como la de La Plata, que contengan tanto policías distritales (municipio de La Plata) como comunales (municipio de Magdalena). Cada Jefatura Distrital tendrá a su vez una Subjefatura de Seguridad y otra de Investigaciones.
De todos modos, los nuevos modelos y estructuras nada podrán hacer por sí solas. En Tres Arroyos, donde por la tarde Solá lanzó a las 26 nuevas comunales, el jefe que le tocó en turno es el comisario Ricardo Magrath, sostenido por el intendente vecinalista Carlos Sánchez. Magrath figura en un proceso penal denunciado por presunta tortura a un joven para que revelara dónde se encontraban unos objetos robados. “Lo que se dice es una exageración. Acá nadie habla de torturas. Lo habría apretado para sacarle alguna declaración”, aclaró sin aclarar demasiado Carlos Sánchez, el intendente local.

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