SOCIEDAD
› CONTARON COMO VIVIERON EL SECUESTRO DE FLORENCIA
Los Macri, ante los jueces
El papel, manchado de sangre, decía “el bisturí corta bien. Te pedimos bajo perfil”. Gianfranco Macri comprendió el mensaje: nada de policías. El fue el encargado de realizar el pago del rescate y, antes de recoger cartas escuetas y contundentes dejadas por los secuestradores de su hermana, Florencia. Su declaración fue una de las más valiosas escuchadas en el segundo día del juicio que se sigue a Martín Zidar, único detenido por la causa.
Enfundado en un chaleco antibalas, Zidar llegó a los tribunales de Lavalle 1171 y proclamó su inocencia ante la guarda periodística, que el lunes no tuvo acceso a su declaración por un pedido de sus abogados. Así y todo, Franco Macri, que mantuvo las negociaciones telefónicas con los secuestradores, reconoció “en un ciento por ciento” la voz de Zidar como la de quien se comunicaba con él para pedir el rescate. En un principio le solicitaban un millón y medio de dólares, pero acabaron por ser 755 mil, que fueron “pagados y no recuperados”, según subrayó el empresario.
Uno de los abogados de Zidar, Mariano Marcovecchio, buscó minimizar su aporte preguntándole al mayor de los Macri si sufría problemas auditivos, a lo que el empresario respondió afirmativamente. Pero aclaró que su audífono es de “ultimísima generación”, a lo que el tribunal se lo solicitó para constatarlo.
Menos trascendentes fueron las declaraciones de Mauricio Macri y de su hermana Florencia, en la que los jueces depositaban grandes expectativas. Con su cabellos ahora teñidos de rubio zanahoria, la chica de veinte años tuvo por respuesta predilecta un “no me acuerdo”, reiterado ante el grueso de las preguntas que se le realizaron. Reconoció un par de zapatillas y un pantalón de jogging como los que usaba “José”, la persona que se encargó de darle de comer durante los cinco días que permaneció con los ojos vendados y atada de pies y manos a una cama. Para evitar que gritara, su boca estuvo amordazada.
Por su parte, el presidente del Club Boca Juniors compareció no más de quince minutos, en los que aclaró que no intervino en las negociaciones. Contó que sólo se limitó a hacer la denuncia policial y a pasar “muchas horas” en la casa paterna porque fue “un momento muy difícil”.
Otro de los testigos de la jornada fue el comisario Juan José Schettino, ex jefe de la División Antisecuestros de la Policía Federal, que se ocupó del caso. El jefe policial, separado de su cargo tras el caso de Axel Blumberg, indicó que siguió de cerca el pago del rescate, pero aseguró que no pudo atrapar al “cobrador” por la oscuridad que primaba en la zona.
El juicio oral se reanudará hoy a las 10.45 con la declaración de siete policías y agentes de SIDE que intervinieron en la investigación.