Mié 17.11.2004

SOCIEDAD  › FUERTE INTERVENCION SOCIAL Y EN SEGURIDAD EN EL NOROESTE DEL GBA

El turno de la regional San Martín

Habrá un relevamiento de barrios humildes para implementar políticas sociales y de seguridad. Debutará allí la nueva policía.

› Por Raúl Kollmann

Desde el viernes pasado, se está haciendo un relevamiento fotográfico de los 102 barrios humildes que existen en lo que se llama la Departamental San Martín de la Policía Bonaerense. El objetivo, diseñado por el ministro de Seguridad Bonaerense, León Arslanian, es tener datos precisos para impulsar una fuerte política social que, según coinciden los especialistas, tendrá resultados de importancia en materia de seguridad. La regional San Martín será la segunda zona –la primera fue San Isidro, Vicente López, Tigre, San Fernando y Pilar– en la que los hombres de Arslanian van a realizar una supervisión y reforma del sistema de seguridad. En este caso no consistirá sólo en cambios dentro de la policía sino también en profundizar las políticas sociales. También en San Martín va a debutar a mediados del próximo mes la flamante Policía Buenos Aires II. Serán 348 efectivos recién salidos de un intenso proceso de formación y que no serán parte de la Bonaerense.
La reorganización de la seguridad en la zona norte del Gran Buenos Aires tuvo picos de tensión, especialmente cuando fueron desplazados casi 40 altos jefes de la Bonaerense. A lo largo de casi dos meses de análisis, los especialistas enviados por Arslanian y encabezados por un comandante retirado de la Gendarmería, Enrique Gallesio, definieron algunos de los problemas centrales de esa región.
- La seguridad no podía ser manejada por un solo jefe departamental, con sede en San Isidro, y que debía abarcar un territorio casi imposible por su extensión, ya que iba de Pilar a Vicente López e incluía territorios tan vastos como Tigre.
- Se detectaron graves problemas de corrupción policial, maniobras serias en las custodias y las horas extras y el notorio desaprovechamiento de efectivos.
Al final del proceso, en acuerdo con los intendentes, se hicieron los siguientes cambios:
- Se disolvieron los comandos de patrulla y los grupos especiales; todos los policías fueron destinados a comisarías. Estas se convierten en el centro de toda la política de seguridad.
- Cada municipio tiene ahora un solo jefe policial que es el responsable de la seguridad para ese distrito y mantiene obligadamente diálogo con el intendente.
- Al tener un mayor protagonismo, los intendentes opinarán igualmente en cuestiones como los lugares a patrullar, las custodias, las horas extras.
Cerrada la etapa de la zona norte del Gran Buenos Aires, el siguiente objetivo de los auditores de Arslanian es la regional San Martín, una de las más grandes y conflictivas del conurbano. Abarca San Miguel, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Tres de Febrero y San Martín. En total hay 102 barrios humildes y más de 60 villas de emergencia o asentamientos. Se calcula que la población total de esos barrios es de 140.000 personas, pero en verdad nadie tiene datos exactos ya que los censistas del último censo no se animaron a entrar en muchos de esos lugares. Por ello, se inició el fotografiado aéreo, con el objetivo de establecer los aspectos no sólo de población sino de situación social y de calles, plazas e iluminación que existen en esos barrios.
Con todos los datos en la mano, está previsto un encuentro entre Arslanian, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el ministro de Desarrollo Humano bonaerense, Juan Pablo Cafiero. El punto clave será el abordaje del tema de seguridad también desde un aspecto social, no sólo de reforma policial. Desde hace rato se viene insistiendo en que para bajar las tasas de delito hay que poner el acento en muchos aspectos de la vida cotidiana:
- El trazado o mejoramiento de calles dentro de las villas.
- La mejora de la luz, que restaure la vida normal nocturna en esos barrios.
- Poner en condiciones las plazas y terrenos comunes de cada barrio.
- Un intenso apoyo y mejora de las escuelas de la zona y una ofensiva para que los chicos concurran.
- Programas para los jóvenes en situación de riesgo, o sea que no trabajan ni estudian.
- Estrategias para quienes están desocupados.
Este enfoque apunta a que el delito baje no sólo en virtud de una respuesta policial. En ese terreno también habrá cambios y es seguro que, igual que en zona norte, haya un jefe policial por municipio y que todos los efectivos revisten en comisarías. El intendente de San Martín, Ricardo Ivoskus, en acuerdo con Juan Carlos Blumberg, vienen proponiendo que haya también una policía comunal, que fundamentalmente se dedique a custodias de edificios, puntos fijos y tareas administrativas, con lo cual se relevarían efectivos de la Bonaerense. Incluso apuntan a que en un futuro cercano el jefe de la policía comunal sea elegido por el voto de los vecinos, una estrategia que también fue impulsada por Arslanian, pero por ahora sólo para municipios de menos de 70.000 habitantes. En La Plata creen que hay que evaluar bien ese sistema en el Gran Buenos Aires porque hay peligro de gran conflicto entre los propios intendentes y que las cosas deriven a lo que ya ha ocurrido en algunas provincias: que un gobierno provincial le tira delincuentes –y a veces cadáveres– a la provincia o al distrito de al lado.

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