Un gran déficit en políticas de prevención dejó en evidencia el último informe del Programa de las Naciones Unidas sobre el sida (Onusida) que se difundió ayer: “Aquí la enfermedad sigue creciendo”, advirtió Laurent Zessler, coordinador de Onusida para la Argentina, Chile, Paraguay, y Uruguay al dar a conocer el documento y reclamó “mayor inversión en prevención”. La tendencia tanto en el país como en el resto del mundo expresa que la epidemia se extiende cada vez más en mujeres. Actualmente, en la Argentina hay unos 130 mil portadores del virus. Según revela el informe, el 80 por ciento de los contagios se produce por transmisión sexual y la mayoría afecta a los “habitantes urbanos más pobres y con menor nivel educativo”. El 65 por ciento de los enfermos vive en Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
El informe no sólo trajo malas noticias para la Argentina. “Debido a un mejoramiento en la atención y a los esfuerzos en la entrega de medicamentos se ha reducido la mortalidad por sida”, destacó Zessler, aunque no pudo dar precisiones al respecto y tampoco figuran las cifras en el documento de Onusida que se dio a conocer simultáneamente en todo el mundo. La Argentina, Costa Rica y Panamá son algunos de los países de América latina donde se registra un descenso de las muertes por la enfermedad a partir del acceso al tratamiento antirretroviral, de acuerdo con el relevamiento del organismo internacional.
El informe revela además que la epidemia se sigue propagando en la Argentina, pero está cambiando la vía de contagio. “Durante los años ’80 y gran parte de los ’90, la transmisión del VIH se produjo principalmente a través del consumo de drogas intravenosas, sobre todo entre varones. Pero la transmisión sexual –en especial de consumidores de drogas intravenosas a sus parejas femeninas, así como entre varones que tienen relaciones sexuales con varones– ha adquirido una mayor preeminencia, y según las estimaciones, representa el 80 por ciento de los casos de sida notificados.”
Desde que se registró el primer caso en el país en el año 1982 hasta la actualidad se notificaron unos 29.000 enfermos al Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus Humanos, sida y ETS, que depende del Ministerio de Salud.
“En la Argentina el contagio sigue creciendo”, advirtió Zessler durante una conferencia de prensa y señaló la necesidad de “invertir en prevención (para frenar la epidemia), un esfuerzo que no sólo debe hacer el Estado, sino que debe ser compartido por toda la sociedad”.
El informe precisa que “la mayoría de las nuevas infecciones” inciden sobre “los habitantes urbanos más pobres y con menor nivel educativo” del país. El funcionario de Onusida reclamó además la implementación “urgente” de programas de prevención para mujeres y niñas para disminuir la expansión de la enfermedad debido a que la población femenina es físicamente más vulnerable a la infección que los varones: “Durante una relación sexual es dos veces más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que a la inversa”, subraya el informe.
Mientras que en la Argentina en 1988 se notificaba un caso de sida en una mujer por cada 15 varones, hoy esa proporción se ha estrechado considerablemente a una cada tres, y se calcula que por cada 5 infectados, tres son hombres y dos mujeres. Sobre el total de casos acumulados de sida en el país, las mujeres representan el 23,7 por ciento y los hombres el 75,8 por ciento. El crecimiento de la infección en la población femenina es una tendencia mundial. Desde 2002, el número de mujeres que viven con el VIH ha aumentado en todas las regiones: Asia oriental ha experimentado el incremento más pronunciado (del 56 por ciento en dos años), mientras que Europa oriental y Asia central le siguen con el 48 por ciento, de acuerdo con el informe mundial (ver aparte). El documento expresa también “preocupación” por la “escasez de esfuerzos de prevención en la Argentina dirigidos a varones que tienen relaciones sexuales con otros varones”. En ese grupo de población, en Buenos Aires se ha detectado –apunta el informe– una prevalencia del VIH del 14 por ciento y que “sólo uno de cada siete varones que resultaron VIH positivos conocía su estado sexológico”.
De todas formas, el desconocimiento sobre la portación del virus es aún mayor. Se estima que en el país hay 130 mil portadores del VIH, de los cuales un 65 por ciento no sabrían que lo son, de acuerdo con el último boletín sobre la enfermedad elaborado por el Ministerio de Salud.
El sida afecta en la Argentina fundamentalmente a la franja de edad de población económicamente activa y se concentra mayoritariamente en ambos sexos entre 25 y 34 años. En la población femenina se presenta el mayor pico entre los 25 y 29 años.