SOCIEDAD
› CONFLICTO FERROVIARIO CON PARO, PIQUETE Y DETENIDOS
Día de furia en la línea Sarmiento
La empresa TBA despidió a un guarda y el gremio decretó un paro. Los trabajadores, incluso, cortaron las vías y la policía detuvo a doce de ellos. Anoche fueron liberados y la huelga se levantó.
› Por Pedro Lipcovich
Un conflicto entre trabajadores ferroviarios y la empresa TBA, que se prologó durante todo el día de ayer y provocó trastornos a los usuarios de la línea Sarmiento, se resolvió parcialmente anoche y hoy el servicio en ese ramal, al menos por la mañana, será normal. La huelga había empezado en los primeros minutos de ayer, a raíz del despido de un guarda al que la empresa TBA acusó de robar boletos: la respuesta de trabajadores de esa línea incluyó impedir el paso de los trenes en la estación Castelar, en la madrugada de ayer; a esto siguió la represión por personal de seguridad de la empresa y la detención de 12 trabajadores por la Policía Bonaerense. El conflicto se enmarca en la lucha entre los delegados de esa línea y la conducción gremial de la Unión Ferroviaria: una ONG que propugna la reestatización de los ferrocarriles denunció una connivencia entre esa entidad gremial –que a la vez es concesionaria en el Ferrocarril Belgrano– y la empresa TBA, concesionaria del Sarmiento. La situación permaneció trabada durante todo el día, ya que al reclamo por el despido se sumó la exigencia de que los detenidos fueran liberados. Los trenes del Sarmiento funcionaron con diagramas de emergencia y en precarias condiciones de seguridad. Recién a las 22 fueron liberados los detenidos, y poco después se llegaba a un precario acuerdo entre los delegados y funcionarios del Ministerio de Trabajo, para levantar el paro hasta la reunión de hoy, a las 15, donde los delegados, el ministerio y la empresa rediscutirán la situación del despedido. La Unión Ferroviaria no participó en las negociaciones.
Todo empezó cuando... Aunque decir cuándo empezó el conflicto sería, de alguna manera, tomar partido: para la empresa TBA (Trenes de Buenos Aires, concesionaria de la línea Sarmiento), el comienzo del conflicto se registra en el orden del delito: el guarda Manuel Acuña, acusado de robar boletos y venderlos en su propio beneficio, fue despedido y acusado ante la Justicia. Guillermo D’Abenigno –gerente general de la línea Sarmiento– afirmó que “Acuña vendía en el ramal Merlo-Lobos boletos que había declarado como robados. Tenemos todo probado y no tuvimos otra opción que despedirlo”.
En cambio, para Norberto Rosendo, titular de la ONG Salvemos al Tren –cuyo objetivo es la reestatización de los ferrocarriles–, “la acusación contra Acuña es falsa y forma parte de una serie de provocaciones a partir de las elecciones gremiales que se hicieron en la seccional Haedo”. Según Rosendo, “esas elecciones fueron ganadas mediante fraude por la conducción de la Unión Ferroviaria, liderada por José Pedraza, que envió a votar a empleados de la sección Cargas del Belgrano, concesionada al propio gremio. Pero, en cambio, la elección de la comisión interna, en esa misma seccional, la ganó el sector de izquierda conducido por Rubén Sobrero, por unanimidad de los trabajadores”.
Luego del despido de Acuña, en los primeros minutos de ayer, trabajadores de la línea Sarmiento iniciaron un paro y, a las cinco de la mañana, se apostaron en las vías a la altura de la estación Castelar para impedir el paso de los trenes. Allí se habría producido un incidente con pasajeros de un tren. En todo caso, intervinieron custodios privados al servicio de TBA. Según Rosendo, “estos custodios, de un grupo denominado ‘Centauros’, atacaron a los manifestantes”. Policías de la comisaría de Castelar reprimieron con gases lacrimógenos y balas de goma, y detuvieron a 12 trabajadores, que fueron puestos a disposición del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, por “resistencia a la autoridad, daños y por infringir la ley federal que prohíbe la obstrucción de vías”.
Al conocerse la noticia de las detenciones, guardas de la línea Mitre se sumaron a la medida de fuerza y cortaron las vías a la altura de la estación Victoria; el corte fue levantado poco después, pero las demoras continuaron el resto del día. Un comunicado de TBA se expidió en inusuales términos al afirmar que “no podemos permitir que tarados hagan este tipo de sabotajes”, refiriéndose a que “tiraron en zonas de vías neumáticos, causando nuevas demoras”. Por su parte, La Fraternidad, que agrupa a los maquinistas, criticó el corte de vías, sosteniendo que va “a contrapelo del procedimiento histórico de los reclamos gremiales y tiene más que ver con el concepto piquetero”.
Entretanto, en los trenes de la línea Sarmiento la función de los guardas era cumplida por personal jerárquico y éstos circulaban con las puertas abiertas: “Esto viola la reglamentación –señaló Diego Ormachea, del cuerpo de delegados–: están haciendo correr los trenes en condiciones de inseguridad”.
Por parte de los trabajadores se sucedían asambleas y reclamos ante la comisaría de Castelar. Se hicieron presentes los diputados de Izquierda Unida Vilma Ripoll y Daniel Campos. Durante la tarde, se intentó una reunión en el Ministerio de Trabajo, a la cual no se presentaron ni los representantes de la empresa ni la conducción de la Unión Ferroviaria.
Pasadas las 10 de la noche, el juez dispuso la liberación de los 12 detenidos y la conducción gremial se reunió con Norberto Ciaravino, jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo. A la salida, pasadas las 22.30, el delegado Carlos Ventura anunció que “el paro finaliza a las 24 de hoy. Mañana a las 15 se efectuará una reunión con la empresa en el Ministerio de Trabajo para resolver el caso del compañero despedido; según sus resultados, resolveremos en asamblea si retomar o no la huelga”.
La abogada Patricia Votto, que representa a los trabajadores en conflicto, estimó “positiva” la reunión de anoche: “Se abrió una instancia de diálogo y la empresa TBA está oficialmente citada por el ministerio y deberá concurrir” a la reunión de hoy.
Subnotas