Uno de cada cinco médicos recibe una acusación por mala praxis, y del total de los juicios realizados, sólo el 6 por ciento termina a favor de los demandantes. El 94 por ciento restante les da la razón a los médicos, que como consecuencia de las denuncias “abandonan su profesión o la siguen ejerciendo con miedo al paciente”. Los datos son parte de un informe elaborado por un grupo de 60 instituciones que agrupan a profesionales de la salud y que hoy ponen en marcha una campaña informativa que se realiza en hospitales y consultorios públicos y privados de todo el país. El objetivo es informar sobre la existencia de una “verdadera industria abusiva del juicio” integrada “por abogados, empresarios y médicos que sólo buscan dinero y perjudican el funcionamiento del sistema de salud”, según afirmó Jorge Iapichino, miembro de la Asociación de Médicos Municipales de la Capital Federal, una de las entidades organizadoras junto con la Academia Nacional de Medicina, colegios médicos, clínicas privadas, federaciones empresarias de la medicina y sindicatos, entre otras.
En diálogo con Página/12, los organizadores de la iniciativa, cuyo lema es “La salud está en peligro”, precisaron que los especialistas más denunciados durante los últimos años fueron los obstetras, cirujanos, anestesistas, traumatólogos y kinesiólogos. El grado de “litigiosidad” es tan alto que se registra un promedio de dos juicios por día; su incidencia es tan amplia que entre el 10 y el 15 por ciento del presupuesto de hospitales y sanatorios se dirige al pago de costas por causas penales. “Esto no da para más. Los cirujanos más prestigiosos ya no quieren operar. Y los médicos, antes de una operación, piden una cantidad increíble de exámenes complementarios para poder protegerse ante un posible juicio, con lo cual se encarece el sistema” sanitario, reveló Iapichino.
De acuerdo con su relato, el modus operandi de estos grupos se iniciaría con una demanda por mal ejercicio de la medicina por montos “siderales e imposibles de que un médico los pueda pagar”. De tal manera que el arreglo extrajudicial es un paso obligatorio al que “mayormente” el médico accede por el sólo hecho de evitar el derrotero por tribunales. Y esto es lo que se va a explicar a los pacientes de toda la Argentina.
Pero las consecuencias son mayores porque la situación “obliga al Estado a presupuestar una partida de dinero para juicios, que bien podría destinarse a insumos o aparatología para hospitales, o para un aumento de sueldo a médicos y enfermeras”.
Ante este estado de cosas, la campaña de hoy, cuyo lema es “La salud está enferma”, tiene como objetivo “desalentar a los aventureros de los juicios permanentes que embaten contra los médicos, sólo con el fin de conseguir dinero mediante un arreglo judicial” y que “lo único que consiguen es que los médicos y enfermeros ya no quieran saber más nada con la profesión y se retiren o que trabajen con miedo, a la defensiva y vean al paciente como un enemigo, en vez de estar al servicio de él”.
La opción por entregar folletos informativos a los pacientes se debe a que, según Iapichino, “estamos cansados de hablar con los políticos y que no nos escuchen”. El médico se refirió a los pedidos que la Asociación hizo para que se modifique la legislación “que establece que un paciente pueda hacer una denuncia por mala praxis hasta diez años después de la operación”. El pedido que ellos hacen es que ese plazo se reduzca a dos años.

Informe: Adrián Figueroa Díaz.