SOCIEDAD
Estalló un silo en Santa Fe y dejó dos muertos y 18 heridos
La onda expansiva barrió con 300 metros de galpones. La explosión podría deberse a que los cereales entraron en combustión por el contacto con la humedad. Hay un desaparecido.
› Por Alejandra Dandan
Hace un año la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) recibió el máximo galardón de la Secretaría de Agricultura de la Nación por su desarrollo tecnológico. Este año la terminal de granos rosarina estaba por lograr las normas ISO 9000 por calidad y condiciones de trabajo. Ayer ese sueño se quebró. A las 12.50 los cereales se convirtieron en pólvora: en las 23 hectáreas de la planta se oyó la explosión que partió desde un galpón de granos. Había más de cien obreros ordenando maniobras de 200 camiones con carga. Dos hombres murieron, dos camiones se destruyeron, 18 obreros terminaron con heridas de distinta magnitud y hay al menos uno desaparecido. La onda expansiva barrió con 300 metros de galpones en medio de una explosión tan inexplicable como el estruendo hecho fantasma que agitó ventanas en toda la ciudad. Es probable que el cereal haya entrado en combustión por el contacto con la humedad y el aire, pero los peritos aún buscan las causas. Algunos expertos consideran “habituales” este tipo de estallidos aunque no descartan falta de mantenimiento en los sistemas de ventilación.
En un año esta terminal de granos de San Lorenzo, muy próxima al puerto de Rosario, había duplicado su estructura productiva y se convertía en una de las plantas de mayor crecimiento entre las ocho localizadas en ese borde del Paraná. Desde esa zona se distribuye el 75 por ciento de la producción de granos de todo el país. Y en esta época, las cosechas hacen que toda la actividad en la costa sea incesante.
Frente a la planta de ACA ayer había un barco carguero con bandera de Chipre esperando su carga. La explosión ni siquiera lo rozó. El epicentro estuvo en una de las celdas, los depósitos transitorios donde la Cooperativa acumula la carga de granos de maíz, trigo, sorbo y soja, parte de los productos que transitan todos los días por esta planta que tiene una producción mensual de 250 mil toneladas de granos.
Las razones del chispazo original aún no se conoce. El comisario Juan Alberto Quesada, de la Unidad Regional de San Lorenzo, anoche tenía sólo algunas suposiciones sobre las causas de este fenómeno considerado normal entre quienes saben del tema. La explosión, para Quesada pudo haber sido generada por “una combustión producida entre los gases desprendidos por los cereales cuando entran en contacto con el aire y la humedad”. Por algún motivo, los gases liberados por los granos no lograron la vía de escape necesaria y terminaron entrando en combustión (ver aparte).
La zona de las celdas son el centro neurálgico de la Cooperativa. Bajo las galerías se concentran sus tres grandes actividades: acopio, descarga y embarque. Por ahí pasan los cientos de obreros contratados durante estos meses de cosecha que refuerzan el trabajo de los 50 obreros que normalmente se mueven en el lugar. La onda expansiva fue poderosa: arrasó con todo lo que estaba a 300 metros del punto de partida. “El estallido afectó tres celdas, el sector de elevador y descarga de camiones”, contó Quesada antes de hablar de los muertos. Frente al galpón estaban los dos camiones destruidos y el grupo de contratados, donde aparecieron los dos muertos.
El primer rescate fue el de Marcelo Acosta. Apareció sin vida y carbonizado. Tenía 31 años y hasta las nueve de la noche era el único reconocido como muerto por el jefe de prensa de ACA, Juan Carlos Fola. Además de Acosta, desde ACA aseguraban que había tres desaparecidos y 18 heridos en total, algunos de gravedad. A esa hora, la Unidad Regional de San Lorenzo ya contaban a otro obrero entre los muertos y a uno desaparecido.
Tras la explosión, la estampida de gases y el humo, Quesada convocó a siete dotaciones de bomberos y trasladó hacia el Puerto a los patrulleros y unidades de las tres comisarías de la ciudad. Hubo gente de Defensa Civil trabajando entre los escombros y colchones de granos esparcidos por la planta en busca del cuerpo de quienes aún seguían sin encontrar. “No se sabe qué paso la persona que aún no aparece –decía el comisario a estediario–: puede ser que por la onda expansiva haya caído hacia el río, esté sepultado bajo los granos o, como piensa la empresa, esté ahora entre los que lograron salvarse”.
Los heridos fueron destruidos en distintos centros de salud de acuerdo al estado. A cuatro personas con heridas leves las internaron en el hospital local Granaderos a Caballos, una con quemaduras fue derivado al Eva Perón, ubicado en Granadero Baigorria, una localidad vecina. Los casos más graves eran dos, uno con traumatismo de cráneo y otro con quemadura de brazo y de cara. Los dos se derivaron a la Clínica Moreno de San Lorenzo. Entre el resto hubo quemados y quienes terminaron con fracturas de falange, mano, en antebrazos o suturas.
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