SOCIEDAD
› PRESENTARON EL AIRBUS A380, EL AVION MAS GRANDE DEL MUNDO
No es Dumbo, pero es grande y vuela
Tiene casino, salón de belleza, ascensor y capacidad para 555 pasajeros. Es más económico y ecológico. Dobla en capacidad de carga y de pasajeros a un Jumbo. Fue construido por un consorcio europeo que terminó con el reinado de 35 años ininterrumpidos de la estadounidense Boeing.
Por J.M. Marti Font *
Desde Toulouse
Richard Branson, el patrón de la compañía Virgin, se paseaba ufano entre los invitados y anunciaba que su A380 sería diferente a los demás: “Tendrá un casino y un salón de belleza”, aseguraba. Todo parece posible dentro de este transatlántico de los aires cuyos primeros vuelos de prueba están previstos para la próxima primavera. Todo es gigantesco en el nuevo A380 y también extremadamente moderno.
Por ejemplo, pese a ser el avión de pasajeros de mayor tamaño de la historia, su consumo es un 13 por ciento menor que los actuales aviones de gran capacidad dado que ha introducido innovaciones en el campo de los materiales compuestos de modo que su peso y su comportamiento aerodinámico mejoran sustancialmente todo lo que hasta ahora se había construido en aviación civil. En total, la reducción del peso del aparato gracias a estos nuevos materiales se sitúa entre diez y quince toneladas en total respecto de un avión de tamaño similar, situando el A380 en las 240 toneladas.
Sin embargo, el hecho de que hayan trabajado en el proyecto más de 200 mil personas de 85 países o de que su rentabilidad ya parece asegurada, esconden el aspecto más fascinante del proyecto, el mejor ejemplo de que la complejidad no siempre es un inconveniente y de que el modelo europeo puede dar sus frutos pese a sus características poliédricas.
Sólo el simple hecho de reunir en la factoría de Blagnac todas las piezas fabricadas en Gran Bretaña, Alemania, España y otros países europeos, muestra la capacidad organizativa y de gestión que ha hecho posible el proyecto. Hasta ahora, las piezas de los Airbus eran trasladadas en los vientres de los famosos aviones Beluga. Con el A380 no es posible, sería el Beluga el que cabría dentro de él. Se hace por barco hasta Burdeos y luego por una gran autopista, a través de la llanura francesa, las grandes piezas del fuselaje o los inmensos motores Rolls Royce atraviesan la campiña francesa. Como lo definía uno de los responsables: “Se trata de una operación muy compleja hecha toda ella de muchísimas operaciones sencillas”.
Boeing, pierde
La presentación del A380 es el último acto, y posiblemente uno de los episodios más decisivos de la batalla iniciada hace ya más de tres décadas entre la industria aeronáutica europea y la norteamericana. La apuesta del constructor europeo de lanzarse a la aventura de fabricar el mayor avión de pasajeros del mundo no ha tenido, por el momento, ninguna respuesta de su competidora estadounidense, la ahora solitaria Boeing, tras la absorción de McDonell Douglas. Significativo es el hecho de que Boeing haya anunciado estos días que suspendía la fabricación del más pequeño de sus aviones de pasajeros, el único que seguía saliendo de las cadenas de montaje heredero de un diseño de McDonell Douglas.
La salida de A380 convierte de un plumazo en obsoleto el viejo y mítico 747, el famoso jumbo que dominó los aires del siglo pasado. Y por muchas razones: por más gigantesco que parezca, el gran Airbus no es más que unos metros más largo que el 747, pero es un 30 por ciento más eficaz y dobla su capacidad, tanto de carga como de pasajeros. Asimismo, se adelanta a las estrictas medidas medioambientales que tenía previsto implantar el sector y que, ahora, serán exigidas con más urgencia por los europeos.
Los expertos apuntan que, además de las connotaciones industriales, existe un importante elemento psicológico en esta falta de reacción del otrora dominador de los aires norteamericano. Año tras año, poco a poco, Airbus ha ido mermando la confianza de Boeing. Ahora, justo en el momento clave, una empresa en alza se enfrenta a otra que duda de sus posibilidades y no reacciona a tiempo. No es de extrañar que, en estas circunstancias, Boeingy Airbus hayan decidido arreglar sus litigios legales fuera de los tribunales. La Unión Europea negocia con Estados Unidos un acuerdo para fijar la cuestión de las subvenciones que reciben ambos constructores, y se han dado un plazo de tres meses fuera de los tribunales. Tradicionalmente los constructores norteamericanos se han beneficiado de contratos militares. Ahora son algunos estados los que conceden subvenciones. Forgeard, el presidente de Airbus, ya no esconde que su empresa también recibe fondos para desarrollar programas de investigación, porque eso supone una reducción de los costos de financiación y, sobre todo, porque su rival estadounidense Boeing “está recibiendo mucho dinero” para su futuro avión 7E7 de diversos estados de EE.UU.
Airbus es propiedad en un 80 por ciento del consorcio aeronáutico y de defensa europeo EADS y en un 20 por ciento del grupo británico BAE System. Rodríguez Zapatero, que leyó su discurso tras Chirac, Schroeder y Blair, subrayó que la construcción del mayor avión civil de transporte de la historia es “la realización de un sueño, posible porque cuatro banderas se han unido y ondean juntas”. “Serán la cooperación y la mundialización las que permitirán la paz”, apostilló Zapatero.
El superjumbo A380, el mayor avión de pasajeros de la historia, con más de 70 metros de largo, 64,4 de envergadura y una capacidad para transportar a 555 pasajeros en su versión convencional nace concebido para terminar con 35 años de reinado del Jumbo B747, el emblemático avión del hasta ahora todopoderoso fabricante estadounidense Boeing.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.