SOCIEDAD
› LAS VICTIMAS FUERON LIBERADAS EN RAFAEL CALZADA
Secuestro en pleno Palermo
Una pareja fue secuestrada, al voleo, a la medianoche y cerca de una comisaría. No se pagó rescate, pero les robaron todo.
Salieron con el plan original de disfrutar del cine, pero terminaron protagonizando una odisea de película: una pareja fue sorprendida a bordo de su auto, en Palermo, por cuatro asaltantes que se subieron al vehículo y los tuvieron cautivos durante cuatro horas. En ese plazo, no pidieron rescate por ellos y se limitaron a manejar hasta el conurbano bonaerense. Los liberaron en Rafael Calzada, llevándose el auto, dinero y celulares. Preocupado por la tardanza del muchacho, su padre lo llamó al móvil. Lo atendieron los asaltantes, que aprovecharon para pedirle un rescate, aunque el chico ya había sido liberado junto a su novia. La maniobra quedó al descubierto cinco minutos después, cuando el joven llamó a sus familiares para dar aviso de lo ocurrido.
Los novios –cuyas identidades se mantuvieron en reserva, aunque se supo que ambos tienen 21 años– volvían a sus hogares, en la madrugada de ayer, en un Ford Mondeo. Era cerca de la una cuando se detuvieron ante un semáforo en rojo, muy cerca del Jardín Botánico, en Las Heras y Lafinur. No llegaron a ver a dos hombres y dos mujeres que se acercaron para amenazarlos. Aparentaban tener un arma, aunque no queda claro si los jóvenes pudieron verla con claridad. Según precisó a Página/12 Carlos Virgili, a cargo de la comisaría 53, ninguno de los asaltantes “tendría más de veinte años”. Los pasaron al asiento trasero del mismo Mondeo y les ordenaron mantenerse sentados y agachados.
Sin dejar de manejar, les exigieron el dinero que llevaban encima, los teléfonos celulares y sus relojes. Pero el asunto no terminó ahí: los captores “comenzaron a desplazarse sin rumbo, dando vueltas”, según declararon las víctimas. En el camino les anunciaron que “iban a tardar un poco más”, y los obligaron a llamar a sus padres con excusas para justificar la ausencia. No los golpearon en ningún momento. En dos oportunidades, de acuerdo con el relato que hicieron los jóvenes, uno de los asaltantes bajó y mantuvo un diálogo con otra persona.
“Aparentemente estaban planeando algo que no podían hacer mientras estaban con ellos, y suponen que se los querían sacar de encima”, especuló el comisario. Finalmente, a las cinco y media, escucharon: “Bajen, tómenselas de acá”. Ambos fueron liberados en Rafael Calzada, en el partido bonaerense de Almirante Brown. La madre del joven arriesgó una explicación: “No fue un secuestro extorsivo porque los delincuentes no encontraron un ‘aguantadero’ donde mantener cautivos a los chicos mientras negociaban el pago del rescate”, afirmó en declaraciones radiales.
Sin embargo, esta idea no fue compartida por Virgili, quien apuntó que “si se tratara de una banda de secuestradores, deberían haber previsto el lugar donde los iban a llevar, es algo lógico”, razonó. En cambio, dio otra hipótesis: los ladrones estarían buscando un lugar para esconder el auto y desarmarlo luego. “Fue al voleo, como se dice”, consideró Virgili.
Aunque los jóvenes fueron liberados sanos y salvos, el episodio tuvo un remate. El padre del muchacho, perplejo por las explicaciones de su hijo para retardar el regreso, lo llamó al celular. Atendió uno de los asaltantes, que al darse cuenta de que el hombre aún no tenía noticias del muchacho aprovechó para pedir un rescate de dos mil pesos. Pero la tentativa extra le salió mal: casi inmediatamente, el joven se comunicó con sus familiares y les aseguró que ambos estaban bien.
Informe: Daniela Bordón.