SOCIEDAD
Un auto con ladrones que huían mató a tres peatones en Pompeya
Una madre y su hijo de 6 años, más otra mujer, murieron cuando estaban por cruzar la calle, embestidos por un auto en el que iban tres ladrones perseguidos por la policía. Uno fue detenido.
Apenas pasadas las 14, en Nueva Pompeya, un grupo de personas esperaba el cambio de color del semáforo. Entre los que se amontonaban en la esquina de Sáenz y Traful estaba Gastón, un chico de seis años, acompañado por su tía abuela y su madre. Cuando la luz verde brilló a favor, todos cruzaron. No tenían noción de que en ese lugar finalizaría una persecución policial para detener a tres hombres que escapaban en auto luego de haber asaltado a un militar. En la huida, a contramano, atropellaron a los peatones. Gastón y una mujer de 41 años murieron en el lugar, tras el impacto. Más tarde, la madre del nene falleció mientras trataban de intervenirla por las graves lesiones sufridas. En el lugar se produjo un tiroteo con la policía: uno de los ladrones recibió dos balazos y el otro escapó.
Todo comenzó en el partido bonaerense de Moreno, luego de que un miembro del Ejército en actividad pasara a retirar dinero de un banco. Cumplido el trámite, el hombre se dirigió a la casa de un familiar, en Villa Lugano, para entregarle 750 pesos. Pero fue sorprendido por al menos dos ladrones que lo amenazaron con armas e incluso dispararon al aire para intimidarlo. Tras robarle el dinero, huyeron a bordo de un Peugeot 205 de color blanco. El militar decidió seguirlos, también en su vehículo. Con un teléfono celular, llamó primero a la policía y luego a su hijo, a quien le describió el recorrido de los delincuentes, mientras manejaba. A su vez, el joven repetía el relato a la policía, por otra línea.
Por su parte, los asaltantes ya habían decidido dirigirse hacia la provincia. Tomaron Centenera y luego Sáenz, pero cuando se acercaron al puente Uriburu vieron el camino cortado por patrullas. Según fuentes policiales, en ese momento dieron la vuelta y entraron en Sáenz de contramano. Al llegar a la calle Traful fue que atropellaron a los peatones. Inmediatamente después, el Peugeot de los asaltantes chocó contra una camioneta Renault Kangoo, provocando su vuelco. Las dos personas que viajaban resultaron heridas.
Entre los que cruzaban la calle estaba Gastón Gabriel Bedoya, un nene con retraso madurativo, y su mamá Fernanda Silva, de 36. Junto a la tía abuela del nene, Purificación, iban al hospital pediátrico Gutiérrez para conseguir unos certificados. La idea era presentarlos en una escuela especializada a la que iba a ingresar el chico este año. “Vino un coche a contramano y cuando lo vi me quise tirar para atrás, pero ya me arrancó el nene de la mano, lo llevó unos cuantos metros y lo mató en el momento”, recordó la mujer. Al levantar la vista del cuerpo, Purificación vio a su sobrina sentarse y mirar “con ojos desorbitados” a Gastón.
“Pensé que ella se había lastimado poco, pero cuando la vi tenía destrozada la parte de abajo”, añadió. Pedro Saposnik, director del Hospital Penna –donde fue internada Fernanda– indicó que la mujer “tenía su pierna derecha casi seccionada, había perdido mucha sangre porque se había cortado arterias importantes y, además, tenía varios órganos vitales de la pelvis y el abdomen comprometidos”, por lo que murió mientras trataban de salvarla. Además de Gastón, en el lugar también murió Edith Custodio, de 41 años, quien trabajaba en un bazar de la zona.
En tanto, una mujer embarazada que también estaba cruzando la calle en el momento de la tragedia tuvo un traumatismo de pelvis. Su hija de cuatro años y la tía abuela de Gastón sufrieron ambas una crisis nerviosa, por lo que también fueron internadas. El mismo destino corrieron las dos personas que viajaban en la Renault Kangoo.
Sólo luego de embestir la camioneta el Peugeot se detuvo y comenzó un tiroteo con los policías que habían llegado hasta el lugar. Uno de los asaltantes aprovechó y huyó corriendo. El que se quedó recibió dos balazos y fue detenido. Los vecinos que se acercaron al lugar golpearon con los puños la ambulancia que iba a trasladarlo. Purificación, la tía de Gastón, dijo entre llantos: “Murieron la mamá y el hijo, es una desgracia demasiado grande. Nos destruyeron, nos mataron”.