La Cámara del Crimen procesó por el presunto delito de “hurto simple en grado de tentativa” a un hombre que intentó extraer cuatro pesos en monedas de un teléfono público pero fue sorprendido por la policía.
La medida, adoptada días antes de la feria judicial de enero pero conocida ayer, recayó sobre Matías Bargas, quien –no obstante– no irá a prisión. La Sala Sexta de la Cámara, con las firmas de los jueces Carlos Gerome y Alfredo Barbarosch, más la disidencia parcial de Luis Ameghino Escobar y total de Luis María Bunge, procesó a Bargas por un episodio ocurrido el 11 de julio de 2003, en un teléfono público situado en la calle Pedro de Mendoza 1909 de la ciudad de Buenos Aires. Bargas había sido sobreseído en primera instancia por la aplicación de la denominada “teoría de la insignificancia”, dado el monto de lo que intentó sustraer. Pero los camaristas, en el voto mayoritario, sostuvieron que “la tutela al derecho de propiedad debe ser interpretada en sentido amplio, independientemente de la magnitud de la afectación patrimonial”.