El Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano fue intervenido ayer por el Gobierno porteño, después de la polémica generada en torno de las condiciones edilicias del centro de salud mental. Pablo Mazza, actual subsecretario de Gerenciamiento Estratégico, será quien estará al frente de la intervención, cuyo plazo es, inicialmente, de 60 días. Los trabajadores nucleados en ATE se manifestaron en contra de la decisión de remover al actual responsable, Néstor Marchant.
Según afirmaron desde el gobierno porteño, el objetivo que motoriza la intervención es “acelerar” los cambios estructurales que –aseguran– ya están en marcha. Julio Salinas, subsecretario de servicios de Salud, esgrimió ayer ante este diario el Plan Plurianual de Obras 2004-2007, que prevé destinar 60 millones al área de salud mental y 15 a la recuperación edilicia del Moyano. Detrás de esta explicación late el recurso de amparo que presentó Soledad Acuña, legisladora de Compromiso para el Cambio, ante el juzgado a cargo de Alejandra Petrella. En esa presentación, Acuña detallaba problemas en el edificio que abrió sus puertas en 1854. Entre los inconvenientes, la legisladora mencionó filtraciones en los techos, falta de higiene y ausencia de personal suficiente.
El argumento del que parten en Salud es que las reformas no pueden darse “de un día para el otro”, ya que el sistema para ejecutar las obras demanda tiempo, desde la publicidad de las licitaciones hasta eventuales impugnaciones. En este marco, Salinas le adjudicó “intencionalidad política” al recurso de amparo, porque “Acuña sabe” de los plazos legales. “Ante eso, nosotros tomamos una decisión política”, arguyó el funcionario.
En este sentido, aseguró que la intervención responde “a una decisión del jefe de Gobierno, porque la dinámica abierta por el recurso de amparo modifica los tiempos políticos”. Sin embargo, Acuña desestimó el razonamiento que abrió la vía a la intervención, alegando que el recurso presentado “no puede detener un proceso licitatorio”. En cambio, contraatacó: “Si el Gobierno porteño tiene ese único argumento para lograr la intervención del hospital, demuestra su incapacidad para administrar las obras en la ciudad”, opinó la legisladora.
El jueves por la noche, personal de Metrogas cortó el suministro en dos pabellones, frente a eventuales pérdidas de gas por problemas edilicios. Según Salinas, el problema se resolvería en “cuestión de horas”. También explicó que –a través de un decreto– se habilitarán los recursos necesarios para remodelar dos pabellones, mientras que el resto de las licitaciones seguirá su curso. El miércoles, la Defensoría de Menores e Incapaces dispuso que diez pacientes del pabellón Santa María fueran trasladadas a otro sector, lo que se concretó ayer a la mañana.
María Esquivel, delegada de ATE en el Hospital Moyano, anticipó que hoy habrá una asamblea del personal del centro de salud mental. Allí los trabajadores analizarán la posibilidad de realizar un paro de actividades. “No vamos a permitir que se reemplace al director Néstor Marchant, porque él defiende al Moyano y a sus empleadas”, afirmó.

Informe: Daniela Bordón.