Jue 02.06.2005

SOCIEDAD

Realizan en un hospital público una cirugía cardíaca única en el mundo

Consiste en aplicar células “madre” insertadas en una matriz especial, en un corazón dañado por un infarto. Se aplicó en un hospital de Avellaneda. Reduce la necesidad de trasplantes.

› Por Pedro Lipcovich

Por primera vez en el mundo, en un hospital público de Avellaneda, se efectuó una operación quirúrgica de avanzada que, mediante la aplicación de células “madre” insertadas en una matriz especial, logra reestablecer el funcionamiento del corazón dañado por un infarto u otras enfermedades. La técnica –fruto de un emprendimiento internacional– utiliza células obtenidas de la médula ósea del mismo paciente, que tienen la capacidad de transformarse en cardíacas y reemplazar así a las dañadas. El procedimiento permite recuperar el 60 por ciento del corazón infartado pero, hasta ahora, sólo incorporaba una masa informe de células. La técnica inaugurada en el hospital de Avellaneda logra reproducir la arquitectura del corazón, mediante una estructura de colágeno de origen bovino, que a su tiempo se reabsorbe para dejar el “miocardio nuevo”, en palabras de uno de los cirujanos. El método se anota en la línea de recurrir al propio organismo del paciente para curarlo –como en el caso del “echarpe cardíaco”–, y puede reducir la necesidad de trasplantes de corazón, al reparar a tiempo el órgano propio.
La operación se efectuó el 26 de mayo en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda; fue dirigida por Jorge Trainini –jefe de cirugía cardíaca y director de esa institución– y por Juan Carlos Chachques, argentino que se desempeña en el Hospital Pompidou de París. Antes, con participación del servicio de hematología del Hospital Rodolfo Rossi, de La Plata, se habían obtenido las células “madre”, a partir de una punción en el hueso de la cadera del paciente. “Estas células tienen la función de reparar distintos órganos –explicó Trainini–: salen de la médula ósea y van a transformarse en células del órgano dañado. Pero sirven para averías pequeñas, no para daños extensos como los del infarto de miocardio.”
Los especialistas inyectaron un concentrado de estas células en el corazón del paciente, que se llama Osvaldo Acerbo, tiene 53 años, vive en Martín Coronado y en 2002 sufrió un infarto que lo dejó con una grave insuficiencia cardíaca. El 26 de mayo –en una operación que incluyó un by-pass para mejorar la irrigación cardíaca–, el ventrículo izquierdo de Osvaldo Acerbo recibió 36 inyecciones de células salvadoras, pero eso no fue la novedad.
La novedad fue que, además, le aplicaron una “matriz extracelular” de colágeno. “Lo que hicimos fue copiar la naturaleza”, graficó Trainini. Es que normalmente sólo el 30 por ciento del corazón está formado por células contráctiles; el resto está constituido por colágeno, tejido de sostén que proporciona la forma y la estructura del órgano.
Esta organización fue replicada mediante un disco de siete centímetros de diámetro, fabricado en Francia con colágeno de origen bovino. “Como tiene sólo función de sostén, no provoca rechazo, al igual que los tejidos de cerdo que ya se usan para reemplazar válvulas cardíacas”, explicó el cardiocirujano. La materia del colágeno bovino se reabsorberá en el organismo, pero las nuevas células permanecerán ordenadas por esta matriz.
El método por implantación de células madre empezó a utilizarse en 2001, en Francia y la Argentina. Desde entonces, se efectuaron centenares de operaciones en todo el mundo. “Permite recuperar en seis meses, promedio, el 60 por ciento del tejido cardíaco muerto”, precisó Trainini, quien prevé que, gracias a la matriz de colágeno, “la recuperación va a ser más rápida, ya que estamos reestableciendo la geometría particular del corazón”.
La intervención se inscribe en el proyecto “Magnum”, donde se integran centros de Francia, España, Estados Unidos, Alemania, países asiáticos y la Argentina. La filosofía de esta línea terapéutica es “generar curaciones a través de los propios materiales del organismo”. Con este criterio, ya en la década de los ’80, Chachques desarrolló la técnica del “echarpe cardíaco”, en la cual un músculo tomado de la espalda del paciente rodea el corazón y lo ayuda a latir.
Estos desarrollos con células madre pueden evitar la necesidad del trasplante cardíaco: “Se trata de intervenir antes de que el corazón llegue a una etapa donde la única chance es el trasplante”. Al mismo tiempo, la experiencia del Hospital Presidente Perón es pionera en una de las áreas más calientes de la investigación médica, la regeneración de órganos a partir de células madre: “El corazón es el órgano más adelantado en esta línea, que también ofrece promesas para la cura de la diabetes, enfermedades neurológicas y otras”, señaló Trainini, y comentó que este trabajo “apunta a obtener un miocardio nuevo, a la manera de lo que logra la naturaleza con la salamandra, capaz de reconstituir su propia cola”.

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