El próximo miércoles, la Legislatura porteña aprobará casi toda la Ley de Comunas –que modificará profundamente la organización de la ciudad–, pero quedarán postergadas dos cuestiones clave para su puesta en práctica: en cuántas unidades descentralizadas o comunas se dividirá Buenos Aires –las propuestas varían entre 10 y 15– y cuándo se efectuarán las primeras elecciones –este año, el próximo o en 2007–. Los 52 artículos para los que ya hay acuerdo concretan el criterio, ya anunciado en la Constitución porteña, de delegar distintas decisiones –mantenimiento de calles y plazas, contrataciones, pequeñas obras públicas– en conglomerados barriales cuyo tamaño –150 o 200 mil habitantes– los haga equiparables a pequeños municipios donde, por así decirlo, “se conozcan todos” y –si las cosas salen como previeron los constituyentes porteños– haya más posibilidad de control de los gastos y acceso al poder para el ciudadano común. La Constitución porteña fijaba plazo hasta 2001 para esta ley, que se aprobó en general a fin del año pasado. El plazo para la comisión legislativa que debe compatibilizar las propuestas vence el 30 de junio.
Ayer, la Comisión Especial de Comunas de la Legislatura acordó en los 52 artículos de la ley, que, con el aval de más de los 40 diputados necesarios para su aprobación, se tratará el miércoles. El diputado socialista Roy Cortina –titular de la Comisión de Descentralización de la Legislatura– admitió que “restan consensuar dos puntos neurálgicos: el mapa de las comunas y la fecha de las elecciones”.
Sobre el mapa de las comunas hay acuerdo en respetar los límites barriales –a diferencia de lo que sucedió cuando se crearon los CGP– pero discrepancias sobre la cantidad de comunas. El socialismo, el ARI, sectores de izquierda y del kirchnerismo y una pequeña porción del macrismo prefieren 15 comunas, lo cual permitiría agrupar no más de tres barrios en cada una. Esta posición es sustentada por los diputados Cortina, Cantero, Milcíades Peña, Betti y Schiffrin y tendría el apoyo de organizaciones vecinales. El macrismo propone 10 comunas, argumentando razones de mayor eficacia. La diputada Bello solicita 12 y el diputado Mercado 14 comunas. Para la fecha de elecciones, la mayoría de las organizaciones vecinales prefiere que se hagan en 2006 a fin de que no coincidan con comicios muy marcados por la política nacional, como los de este año o los de 2007, pero aún no hay acuerdo entre los legisladores.
El diputado Helio Rebot, quien coordinó junto con Cortina las últimas reuniones de la Comisión de Comunas, destacó que “hay acuerdo sobre los artículos que fijan las competencias exclusivas de las comunas, como la planificación, ejecución y control del mantenimiento de calles secundarias, plazas y espacios verdes menores. También hay competencias en las que las comunas concurrirán con el Gobierno de la Ciudad: por ejemplo, la recolección de residuos está centralizada, pero su control podrá estar a cargo de las comunas, que también participarán en la inspección de boliches y realizarán obras públicas de impacto local”.
Rebot destacó que “internacionalmente, la división en comunas reduce gastos, ya que sus presupuestos, más reducidos y a escala humana, permiten un mayor control por particulares y organizaciones vecinales. Y el sistema de gobierno de las comunas, dirigidas por consejos de siete miembros, facilitará la elección de vecinos respetados en cada barrio, a partir de caudales de votantes que, en el nivel de la ciudad en su conjunto, serían irrelevantes”.
Cortina destacó que “la comisión trabajó en conjunto con organizaciones vecinales y realizó 47 reuniones barriales, con participación de 7500 personas”. La ley requiere una mayoría especial de dos tercios, 40 votos sobre los 60 de la fragmentada Legislatura porteña.