Lun 13.06.2005

SOCIEDAD

La estrategia de Omar Chabán para cuando le devuelvan la libertad

Una vez resuelto el problema técnico de la tasación, Chabán estará en condiciones de salir libre. Cómo hará para eludir al periodismo y a los familiares de las víctimas de Cromañón.

Omar Chabán pasó su último domingo detenido, pero si todo sigue como lo anunció su abogado, Pedro D’Attoli, entre mañana y pasado saldrá en libertad. Para escabullirse de las cámaras de tevé sus allegados planean la salida como una operación comando: aguardan el acuerdo del juez Julio Lucini para no llevarlo a Tribunales, como sucede habitualmente, sino sacarlo desde la Central de Investigaciones de Madariaga o desde Marcos Paz. En tanto, el ex gerenciador de Cromañón aguarda un último trámite legal: la tasación de un inmueble de General Rodríguez para alcanzar los 500 mil pesos de caución exigidos por la Justicia. D’Attoli avanza, de todos modos, con una estrategia judicial para que nada estropee la salida. Pidió el cambio de carátula de su causa. Lucini lo aceptó y ahora será la Cámara Penal que permitió su salida la que deberá decidir si continúa procesado por homicidio simple o por estrago seguido de muerte, como pide su defensa.
El operativo de salida comenzó a planificarse el viernes a la noche, cuando Chabán concluyó con sus largas veinte horas de indagatoria. Su abogado, Pedro D’Attoli, se puso en contacto con el juez Julio Lucini con la única intención de buscar la forma de “evitar al Servicio Penitenciario” el día de la salida de su defendido. La faena no tenía como intención una descortesía hacia el SPF sino encontrar un atajo para evitar el contacto con los medios y el previsible revuelo entre los familiares de las víctimas.
Como sucede habitualmente, cualquier detenido debe firmar un comparendo o acta de compromiso ante una autoridad judicial antes de dejar la cárcel. Entre otros puntos, con la firma se compromete a no portar armas, no tomar alcohol y a presentarse cada vez que lo requiera el juzgado. Usualmente, ese trámite se hace en la unidad 28 de los Tribunales de Talcahuano. Sólo ocasionalmente puede hacerse en alguna otra dependencia de la Policía Federal o en otro sitio con la presencia de un secretario judicial. Chabán prefiere este último camino. Y si tal como parece, el juez Lucini lo acepta, firmará el acta de compromiso en la Central de Investigaciones de Madariaga o en el penal de Marcos Paz donde pasó los últimos meses.
Antes del trámite, deberá esperar los resultados de la última tasación de un terreno de ocho lotes unificado localizado en General Rodríguez, valuado entre 90 y 100 mil pesos. Según D’Attoli el trámite dura 48 horas y estará a cargo de un tasador oficial designado por el juzgado que se supone que comenzará a trabajar durante esta mañana. El predio es de un amigo personal de Chabán. “Las propiedades de Capital Federal ya están valuadas –explicó el abogado– y ésa es la última que falta” para llegar al monto de la caución de 500 mil pesos que exige la Justicia.
Una vez que el trámite concluya y tras el comparendo, Chabán se instalará en la casa de su madre en pleno centro de San Martín. Según se supo, la casa ya está preparada para recibirlo: se haya completamente vallada para preservar su integridad física, uno de los temas de mayor preocupación entre su familia.
El aspecto judicial, en tanto, seguirá adelante sin prisa. Tal como lo había anticipado, D’Attoli presentó un pedido ante el juez de instrucción para conseguir el cambio de carátula: de homicidio simple a estrago seguido de muerte que como en el caso de LAPA, excluye la prisión efectiva. Según D’Attoli, Lucini dio por válido el pedido y en este momento el tema está bajo estudio de la Cámara del Crimen.
Fuera de ese terreno, la sala III de Casación Penal es la que tiene en manos la cuestión de fondo sobre el caso Chabán. En los próximos días debe decidir si acepta o rechaza el recurso de queja presentado luego de la excarcelación de Chabán. Si lo rechaza, la situación de Chabán no se alteraría; pero si lo acepta el tribunal podría revocar la libertad.
El tema no es menor. La sala III de Casación está compuesta por una mayoría de jueces ortodoxos y complejos. Eduardo Riggi y Guillermo Tragant son conocidos por su fallos restrictivos y Angela Ledezma aparece como la única garantista del tribunal.Como en el caso Chabán no existe aún un fallo definitivo, la Sala puede rechazar el recurso de queja y evitar pronunciarse sobre la excarcelación tal como lo prevén las leyes. Pero según se sabe, estarían dispuestos a tomarla en sus manos con el argumento de la “gravedad institucional”. Una hipótesis que no contempla la defensa de Chabán. “Creo que pueden rechazar el recurso de queja por inadmisible”, dijo D’Attoli.

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