En la bóveda subterránea de la sede central del Banco Nación, a unos pocos metros de la Casa Rosada, fueron violentadas –se habría utilizado una barreta– cuatro cajas de seguridad, dos de las cuales contenían una suma de dinero importante, que no fue precisada, entre dólares, euros y pesos, además de algunas joyas valiosas. Las otras dos cajas estaban vacías, por diferentes motivos, según informaron a Página/12 voceros de la entidad crediticia y de la división Fraudes Bancarios de la Policía Federal, que tiene una dependencia que funciona en el interior de la casa matriz del banco, ubicada en la esquina de 25 de Mayo y Rivadavia, frente a la explanada de ingreso de vehículos a la Casa de Gobierno. El hecho fue denunciado el jueves “por una clienta que, al ingresar al sector donde están las cajas de seguridad, comprobó que la puerta estaba abierta porque la habían forzado; ella afirmó que le faltaba una suma de dinero importante y a partir de su denuncia se comprobó que otras tres cajas también habían sido violentadas”, reconoció una fuente del banco. La titular del Banco Nación, Felisa Miceli, dijo que “no fallaron las normas de seguridad”, aunque estimó que tal vez “no se llevaron a la práctica alguna de las normas” vigentes en la materia.
“En el subsuelo del banco hay 11.300 cajas, de las cuales sólo cuatro fueron violentadas”, confirmó Edith Smucler, vocera de prensa del Banco Nación, al ser consultada por este diario. En el caso interviene el juez federal Norberto Oyarbide. Al sector donde se encuentran las cajas de seguridad sólo pueden entrar los titulares de las mismas, acompañados por personal del banco. Los cofres se abren y cierran con dos llaves. Una de ellas está en poder del cliente y la otra queda a resguardo en la sede bancaria. Los retiros o depósitos de dinero o efectos de valor se hacen en el horario de atención de los bancos, de 10 a 15. Es posible que el robo se haya producido fuera de ese horario y no se descarta que alguno de los responsables pueda ser miembro del personal de la entidad.
“No se pudo precisar, hasta ahora, el momento en que se hizo la apertura forzada de las cajas. La denuncia se hizo ayer (por el jueves), en horas de la tarde. El hecho pudo ocurrir esa mañana, el día anterior o en otro momento que tiene que ser precisado por los peritos. En el sector hay cámaras de video que funcionan las 24 horas del día y que deberían haber registrado todos los movimientos”, dijo a este diario un vocero de la Policía Federal. Las fuentes policiales aclararon que en la zona donde están las cajas “no hay custodia policial ni puede haberla, porque es un área restringida; los clientes son los únicos que pueden ingresar”.
Smucler confirmó que la denuncia sobre las cajas violentadas fue hecha por una clienta, el jueves por la tarde, “una vez que ella comprobó que la puerta había sido abierta por la fuerza”. La entidad no puede dar “ningún dato” acerca del total de los valores que habrían sido robados. Sólo se hizo saber que “dos de las cajas tenían dinero, en uno de los casos eran pesos, en el otro un mix entre euros, dólares y joyas”. Además de los videos, el banco deja asentado, en un registro de ingresos, los nombres de los que entraron al sector. La división Fraudes Bancarios está a cargo del comisario Gustavo Storni, quien no hizo declaraciones a la prensa.
Dos de las cajas, según sus propietarios, no tenían dinero ni valores. “Una de ellas no era usada por su propietario desde hacía diez años y la otra estaba vacía, disponible para que alguien la tome”, comentó una fuente de la entidad. Los ladrones se llevaron todo lo que había en dos de las cajas, incluyendo la gaveta donde se guardan el dinero y los valores depositados. Una versión, que no fue confirmada por ninguna de las fuentes consultadas, señaló que en las cámaras de video no habrían quedado registradas las imágenes del momento en que se produjo el saqueo.
No es la primera vez que son abiertas, sin conocimiento de sus dueños, las cajas de seguridad de un banco. Desde comienzos de los años ‘90 se hicieron muchas denuncias de este tipo y se iniciaron varios procesos judiciales complejos, dado que es difícil determinar cuáles son los montoso valores guardados, ya que los clientes no tienen obligación de declarar lo que guardan. En noviembre de 2002, después de diez años de proceso judicial, la Justicia les dio la razón a los clientes, en una causa contra el ex Banco Mercantil.
En el caso del Nación, en su sede central, en octubre de 2003, se llevaron un millón y medio de dólares de las cajas de seguridad. Los fondos pertenecían a la Armada. Un año antes, en octubre de 2002, por un error incomprensible, el cliente Roberto Lifstiz, de 58 años, quedó encerrado todo un fin de semana en el sector de las cajas de seguridad. La presidenta del Banco Nación sostuvo que son “excelentes” las normas de seguridad de la entidad y prometió esclarecer el caso.