SOCIEDAD
› POR LA RED DE PROSTITUCION DESCUBIERTA EN BELGRANO
Preventiva y embargo para dos
La Justicia procesó por privación ilegal de la libertad, asociación ilícita, sustracción de un menor y promoción de la prostitución a una pareja arrestada en el barrio de Belgrano acusada de haber tenido secuestradas a cuatro jóvenes para obligarlas a mantener sexo. El juez de instrucción Alejandro Cilleruello dictó prisión preventiva a un hombre, acusado de regentear el prostíbulo, y a una mujer, sospechada de ser la entregadora de las chicas. El juez también dispuso un embargo de un millón de pesos para cada uno. Las jóvenes, de entre 14 y 21 años, fueron traídas de Misiones con promesas de trabajo en casas de familia porteñas. Si se negaban a prostituirse, eran sometidas a golpizas. Hasta que una de ellas pudo escapar y denunciar lo que ocurría en la casa de Sucre 2360.
Según el fallo de Cilleruello, la pareja se dedicaba a “la captación de distintas mujeres, muchas de ellas menores de edad y en su mayoría provenientes del interior del país o países limítrofes”. El juez remarcó que “mediante engaños” las trasladaban “a distintos inmuebles alquilados en esta ciudad para someterlas allí al ejercicio coactivo de la prostitución, impidiendo su libre salida del establecimiento”.
De acuerdo con investigaciones realizadas en otros juzgados, la pareja comenzó con esta actividad delictiva entre febrero y marzo de 2004 y tenían los roles bien divididos: él viajaba a Misiones, traía a las chicas engañadas y alquilaba los departamentos; ella las alojaba allí y controlaba el cumplimiento de la actividad.
Esto sólo se descubrió cuando una de las jóvenes, de 18 años, logró escaparse. Tras la intervención de personal de la comisaría 33ª, la pareja fue detenida junto a otras dos personas, las adolescentes fueron liberadas y se dictó orden de captura contra otras cuatro mujeres que participaban de la red de prostitución. La chica que escapó había conocido al hombre en la ciudad misionera de San Pedro el 4 de junio último, donde la convenció de venir a trabajar como empleada doméstica a Buenos Aires, junto a otras amigas. Una vez en la casa de Belgrano, otra mujer le dijo a la chica que “tenía que mantener relaciones sexuales con los hombres que allí acudieran a cambio de dinero, la tomó fuertemente del cuello y le dijo que no podía retirarse de ese departamento”, según Cilleruelo. Como la joven se negó a prostituirse, “fue castigada y dejada sin abrigo en un patio, donde le daban baños de agua fría”, destacó el juez, quien describió que esa situación se produjo entre el 5 y el 13 de junio, hasta que la chica pudo escapar.
En el fallo se detallan los casos de las otras tres jóvenes halladas en el departamento, cuyas historias recientes son similares a la de la chica que pudo escapar. Tienen entre 14 y 21 años, vinieron de la misma provincia y no pudieron huir de sus sitios de cautiverio, por lo que tuvieron que someterse al negocio ilegal que les impusieron.