“No es lo mismo que pase en Canadá a que suceda en España, porque en la Argentina hay más vínculos sociales y culturales con España que con cualquier otra nación. Y eso tendrá su influencia y trascendencia en este país”, señaló a Página/12 César Cigliutti, titular de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), luego de conocerse la decisión del Parlamento español. Las repercusiones no quedarán latiendo sólo en los medios de comunicación: dentro de un mes, la entidad presentará en el Congreso un proyecto de unión civil nacional, cuya redacción contempla el derecho de adoptar y de heredar.
“El centro hoy es España, pero la decisión que se tomó allí también tendrá influencia en los legisladores (argentinos) –evaluó Cigliutti–. Por eso creemos que esto tiene que ser respaldado con un proyecto de ley”, que ya está redactado y consta de 170 artículos. De la elaboración de esa normativa participó la jueza en lo civil Graciela Medina, quien además fue la principal arquitecta de la ley de Unión Civil aprobada en la Ciudad de Buenos Aires. La provincia de Río Negro siguió a este distrito en la aprobación de una norma similar, pero allí la ley todavía no se reglamentó. Y en Córdoba ya se presentó un proyecto en la Legislatura provincial.
Pese a contemplar el derecho a la adopción para las parejas del mismo sexo, el proyecto de la CHA no habla de matrimonio, sino de unión civil. En España hubo un debate previo para decidir entre un término u otro. ¿Por qué en la Argentina se optó por la unión civil? Una de las razones está vinculada al componente “religioso y patriarcal” que tiene el término matrimonio. Al mismo tiempo, el matrimonio “es una institución que está muy reglamentada, muy protegida y muy invadida por el Estado –explicó el titular de la CHA–. Nosotros creemos en una nueva institución”.
“En la concepción clásica, el matrimonio está reservado para hombre y mujer. Pero la cuestión es otra”, señaló Graciela Medina, al ser consultada por Página/12. “El tema de las uniones civiles ya está instaurado en la Argentina. La aceptación no pasa tanto por la terminología sino por los efectos que se les quieran dar a esas uniones”, clarificó.
En este sentido, la jueza afirmó que “no importa decir si es un matrimonio o no lo es; lo que es necesario plantear en el debate es si existe una familia a partir de una pareja homosexual o no. Y si la respuesta es la primera, hay que decidir cuál es el alcance de la protección que se le va a dar a esta familia”, subrayó la especialista. Y profundizó este argumento al explicar que actualmente “hay familias matrimoniales, pero también hay familias extramatrimoniales: una relación de concubinos es una familia distinta. En el mundo, lo que se debate es el concepto de familia”, enfatizó.
“Los propios homosexuales consideran que con la unión civil tienen un régimen jurídico que regulariza su situación y aceptan otro tipo de institución familiar”, argumentó Medina. Y destacó que si las parejas del mismo sexo son consideradas como familias, “se les debe dar la protección que la Constitución les da a todas las familias. Esto contempla muchos derechos civiles y también gran cantidad de consecuencias penales, porque si aceptamos ese concepto lo hacemos con todas sus implicancias”.
Sucede que, de aprobarse el proyecto de unión civil, “hay una serie de delitos que tendrán agravantes (si son cometidos por alguno de sus integrantes). “También debe pensarse en otros derechos vinculados a la seguridad social”, que hoy dependen de decisiones judiciales particulares”, subrayó.
El proyecto de la Comunidad Homosexual Argentina será presentado dentro de un mes. Según anticipó Cigliutti, es “muy sólido y complejo, porque modifica el Código Civil”. Por ahora, la entidad está trabajando en la conformación de un comité asesor integrado por “los principales juristas argentinos”, según adelantó el titular de la CHA. La idea es someter elproyecto de ley al análisis riguroso de esos especialistas, a fin de lograr un consenso previo al ingreso de la iniciativa en el Congreso.
Más allá de este tema, Cigliutti amplió el arco de las consecuencias favorables de la decisión del Parlamento español. “Claro que habrá otras implicancias, sobre todo en lo cultural, por la exposición que le darán los medios de comunicación. Ahora estamos hablando: mañana habrá miles de lectores que leerán esta conversación”, subrayó.

* Informe: Daniela Bordón.